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Comienzo esta historia oficialmente y espero la disfruten de principio a fin. 

En este libro, como ya les comentaba, seguimos el trayecto de los Eades por un tiempo. Ya vimos todo el curso de los Morgan, para ser la familia que son y ahora es el turno de conocer a los Eades y para ello, debemos comenzar por el comienzo.

Espero les guste y por favor, no olviden dejar su apoyo en los comentarios y votando el capítulo. Siempre me ayuda y motiva un montón y lo aprecio demasiado. 

Aviso: Los capítulos en este libro son muuuy largos. 

Sería genial si pudiéramos llegar a los 1000 comentarios.

Los amo un montón y me alegra estar de vuelta. 

...

11 de junio 1897.
Nueva York, Estados Unidos.

Las clases habían terminado ese viernes por la mañana y después de nueve largos e insufribles años, finalmente, Peter se había graduado.

Asistió a la ceremonia temprano en la mañana, como si se tratara de cualquier otro día de clase, aunque sabía que no era cualquier otro día, sino el último...Eso dependiendo de lo que quisiera hacer a continuación; podía trabajar o ir a la Universidad, pero todavía no se había decidido.

En la ceremonia con todos sus compañeros, se pusieron sus túnicas de graduados y los sombreros con la cima cuadrada y un lazo colgando hacia un costado y se hicieron un par de fotografías grupales y otras individuales.

Estuvo la mayor parte del tiempo hablando con su primo Franklin (hijo de Oliver y quien, milagrosamente, también se estaba graduando) y el resto del tiempo lo pasó felicitando a sus compañeros y siendo felicitado de regreso.

El diploma que le entregaron no le servía de mucho, salvo quizás, para colgarlo en la pared de su casa y que su madre pudiera presumir tenía otro hijo graduado.

Después de la ceremonia, esperó por su primo en la puerta de la escuela y se marcharon juntos hacia White Oak, siguiendo el camino de tierra y tomando un desvío por el bosque y no fue hasta que estuvieron solos, rodeados por el silencio de la naturaleza, que se permitieron un momento de celebración para reírse y revisar sus diplomas.

—Mi padre no me lo va a creer —confesó Franklin, sosteniendo el diploma con ambas manos y leyéndolo una y otra vez, como si tuviera que memorizarlo antes de que desapareciera—. Ahora no tendrá opción salvo comprarme las entradas para el campeonato de ajedrez de este año.

—¿Vas a ir?

—Uhm...Vamos a ir —corrigió y Peter se rio y empezó a negar.

—¿Vamos? Vaya, gracias por consultar conmigo.

—Me dirás que no si te lo pregunto amablemente, así que he optado por obligarte —. Se quedó con el diploma en una mano, para no arrugarlo al guardarlo en su chaqueta y esquivó las raíces de los árboles que abultaban la tierra del bosque—. ¿Sí vendrás, ¿no?

—Pensé que me obligarías.

—Bueno...Ese es el plan, sí, pero sería mucho más fácil si simplemente accedieras y me ahorrarás el tener que arrastrarte hasta Chicago.

Peter se rio, mirando hacia sus pasos por el bosque y terminó encogiéndose de hombros al aceptar.

—Si estoy libre para ese entonces, iré contigo, pero no puedo hacer promesas —. Cortó unas flores amarillas que crecían a los pies de los árboles y avanzó hasta alcanzar a Franklin en el camino—. Mi padre quiere que me consiga un trabajo lo antes posible y podría estar ocupado para la fecha.

Vidas Cruzadas El ciclo. #4 EN DESARROLLO +18. BORRADORWhere stories live. Discover now