En el esplendor del siglo XIX, Peter Morgan había nacido en el centro de una de las familias más importantes de los Estados Unidos. En la superficie, todo era perfecto: las mejores escuelas, los regalos más deslumbrantes, una familia cariñosa. Sin e...
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02 de agosto 1897. Spitalfields, Londres.
Queridos padres,
Hoy, 02 de agosto en el año del Señor, les escribo finalmente instalado en un humilde, pero agradable apartamento en Londres, ya habiendo asegurado comunicación continua en la oficina de correo para poder escribirles.
Fue un viaje largo desde América hasta aquí, pero estoy seguro de que les alegrará descubrir que no estoy solo. Hice un nuevo amigo en el barco y hemos decidido vivir juntos para ayudarnos en esta nueva aventura. Su nombre es Roland Josey y creó que lo encontrarían muy agradable.
Es mayor que yo por tres años y lo conocí en el puerto por casualidades del destino, cuando decidí pagar por su pasaje sin saber, que el pasaje que él estaría comprando lo ubicaría en la misma habitación donde yo viajaría. Desde entonces hemos estado haciendo todo juntos, para ayudarnos mutuamente en el proceso de adaptarnos a la gran ciudad de Londres.
El apartamento donde vivimos es accesible y nuestra vecina, la señorita Sunny, es una mujer muy agradable que ha demostrado ser de mucha ayuda. Y tiene dos hermanos, el señor Primmer y el joven Amo Primmer, que también han sido muy amables con nosotros.
Creo que mamá se alegrará de saber que hay una iglesia a solo unas pocas cuadras y planeo asistir a misa todos los domingos. De hecho, ya fui con el señor Josey este domingo pasado y logramos hablar en privado con el Reverendo Urry, quien nos otorgó muy buenos consejos para alimentar nuestra fe.
Estoy intentando hacer como me recomendó y rezar siempre que lo recuerdo y como el señor Josey reza muy seguido, entonces recuerdo hacer lo mismo con frecuencia. He rezado en la noche, antes de irme a dormir y esta mañana al despertar y también antes de cada comida. Sé lo importante que es eso para mamá, así que pensé sería una buena noticia para comentarles.
En cuanto al resto de mi aventura, tengo el dinero del banco y planeo conservarlo para emergencias y necesidades básicas hasta asegurar un trabajo, luego, puede que decida invertirlo en mi educación. El señor Josey ha comentado que sería una buena idea y él considera que es muy importante que consiga ir a la Universidad, así que puede termine siguiendo su consejo.
Todavía estoy en busca de un trabajo, pero no desesperen, ya tenemos algo en vista y como trabajaré con el señor Josey, les aseguro que estaré bien. Él es un buen compañero y me ayuda en todo lo que puede.
Los estoy extrañando muchísimo como era de esperarse y amaría recibir noticias de cómo están todos en casa. Le escribiré a los abuelos también y a Esmond para saber de ellos y por favor, no olviden saludar a todos mis primos y tíos, que por ser muchos, dudo tener tiempo o dinero para escribir a todos, por lo que tendrán que perdonarme por solo mencionarlos en esta carta.
Espero se estén cuidando muy bien, como sé que yo estoy haciendo y que las cosas funcionen de maravilla en casa. Les envío todos mis más sinceros afectos y gratitud y me despido por esta carta.
