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Nuevo capítulo que espero les guste. 

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Love u all ♥

Roland quería que la hora pasara cuanto antes para que Peter regresara de la fábrica y así sabría qué tal le había ido en su primer día

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Roland quería que la hora pasara cuanto antes para que Peter regresara de la fábrica y así sabría qué tal le había ido en su primer día. No imaginaba nada bueno, sabiendo lo que sabía de esos lugares y considerando que Londres no era muy distinto de Nueva York.

Revolvió la cena en la olla y se rio cuando Miss Muffin se acercó brincando en sus pequeñas patas y tomó asiento sobre su zapato.

—Cuidado ahí, Miss —dijo y movió su pie para alejarla de la cocina—. Esto está muy caliente y no quiero se haga daño.

Miss Muffin se quedó echada sobre su zapato mientras terminaba de preparar la cena y cuando fue momento de dejar la comida y esperar por Peter, sirvió un poco en un tarro para ella, lo sopló un rato para que se enfriara y se lo dejó cerca de la mesa para que comiera.

Le alegró verla correr hacia el plato sin dudar y olfatear cautelosamente, antes de empezar a comer sin cuidado, devorando hasta el último bocado. Era evidente que Miss Muffin disfrutaba de su cocina tanto como Peter.

Esperó en la cama, primero solo y luego con Miss Muffin acostada a su lado y cada minuto se sintió como una eternidad y no ayudaba que hubiera mucha gente circulando por el corredor y subiendo y bajando las escaleras, lo que le hacía pensar que podía tratarse de Peter.

Excepto, que Peter ni siquiera hizo ruido al subir las escaleras cuando llegó, estaba tan cansado que sus pasos eran lentos y lo único en lo que podía pensar era en llegar a la casa, acostarse y echarse a llorar.

El primer día en el trabajo no había sido como había imaginado y otra vez, confirmaba que sus expectativas siempre eran mucho más optimistas que la realidad. Había adivinado que la fábrica sería difícil y que le costaría adaptarse, pero la realidad era que había sido un verdadero horror.

Entró en el apartamento, frotándose el rostro con su mano libre y cuando cerró la puerta y alzó la mirada, Roland ya estaba de pie para recibirlo.

—Señor Ea...Oh, Dios, su rostro.

Le apartó la mano cuando intentó ahuecar suavemente sus mejillas y negó. Prefería ni siquiera hablar del tema o que mostrara pena, porque entonces no lograría seguir conteniendo las ganas de llorar.

Sabía que tenía el rostro quemado como si hubiera pasado todo el día bajo el sol, la piel de sus mejillas y su nariz estaba al rojo vivo, incluso sus parpados y la frente y tenía los ojos llorosos porque del calor se le secaban todo el tiempo y su cuerpo producía más humedad para compensarlo. También estaba demasiado sudado y sucio, con arena y grasa debajo de las uñas de sus manos, que estaban negras y más arena en los zapatos y quizás incluso dentro de la ropa.

Vidas Cruzadas El ciclo. #4 EN DESARROLLO +18. BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora