Eighteen: On the same page?

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🇺🇸 | Los Ángeles, California
18 de Julio del 2023 | 11:30 a.m.
ʚ Louise pov ɞ

Había pasado varios días extremadamente pesados, empezando por mi cumpleaños, que fue al día siguiente de aquella entrevista que logró limpiar un poco mi imagen. No hice nada como en años anteriores, los chicos me visitaron y fui por primera vez sola al cementerio, la madre de Milo me envió una tarta como era costumbre de todos los años y él nunca llamó.

Alexis solía regalarme una pequeña cajita con galletas pequeñas en cada cumpleaños pero lo hacía de una forma extraña pues nunca me la entregaba directamente, una apareció en mi bandeja de comida, el siguiente en mi mochila e incluso el año pasado guardo la última en la gorra de mi chamarra.

Este fue el primer cumpleaños en el que no recibí nada de él.

Mi familia empaco con el fin de pasar una semana en casa de los abuelos, ubicados en Maywood donde me dedique a darle mantenimiento al jardín, lavar el auto del abuelo, jugar cartas con la abuela y cocinar pastelillos de los cuales solo comí una mitad.

Mi guerra con la comida seguía, con el diagnóstico de mi bajo porcentaje de plaquetas y el regreso de mi anemia debería considerar comer un poco más, pero no tenía ánimos para hacerlo e intentaba disimularlo con papá. Los días pasaron tranquilos, publique historias, hice un par de lives y recuperé mis contratos logrando así el cometido.

Justo ahora me encontraba terminando de arreglarme para ir al despacho de papá, sería la primera vez que vería a Alex después de una semana.

Me puse un poco más de perfume, cepille por última vez mi cabello y salí del habitación con mi bolso entre las manos, bajé las escaleras adentrándome a la cocina y comenzando a sacar los platos para que mi nana sirviera el desayuno.

—¿Como te sientes hija?—me pregunto.

—Bien nana—dije colocando los platos en la mesa—Más tranquila si te soy sincera—le sonreí—Me hizo bien ver a mis abuelos, descansar de la escuela y liberar un poco mi mente—explique.

—¿Ya viste? Todo siempre mejora hija, solo es cuestión de tener fé—asentí.

—Te quiero mucho nana—la abracé y ella correspondió—Gracias por todo lo qué haces por nosotros—dije entre suspiros.

—Son como mis hijos Louise, haría lo que sea por ustedes.

Desayunamos en completo silencio, papá se fue antes que yo no sin antes tomarse todos sus medicamentos y terminar por completo su jugo verde, iría a visitar a mi padrino pues tenían un par de situaciones fiscales que aclarar, nada grave, entonces yo me iría directamente a la oficina para arreglar sus papeleos pendientes.

Entre al estacionamiento subterráneo aparcando mi auto en el lugar designado, bajé guardando mis llaves en la bolsa y buscando mi gafete, presioné el botón para que el ascensor bajara, una vez las puertas se abrieron me adentré a el seleccionando el número correspondiente al piso a donde me dirigía, saqué mi teléfono mientras golpeaba el piso con la punta de mi zapato, las puertas empezaron a cerrarse pero fueron detenidas por alguien, levanté la vista del aparato y lo vi, iba de camisa negra junto a unos jeans del mismo color, algo que normalmente no se pondría y me hizo fruncir el ceño, su cabello estaba peinado de forma rara, un gorro que no combinaba para nada escondía aquella melena azabache.

¡No tienes idea!; Quackity Where stories live. Discover now