Una Victoria Cadmeana

Capítulo 60: Para el Bien Mayor

Descargo de responsabilidad: Nada es mío; todo es de J K Rowling.

A aquellos de ustedes que tan amablemente PM'd mí para asegurarse de que todavía estaba vivo y escribiendo, gracias por su preocupación... ¡Todavía vivo!

¿Me disculpo por el interludio, supongo que nadie me creerá si digo que estaba de luto por Dobby? En realidad he estado clasificando cosas para mi nuevo trabajo, referencias y todo ese tedio, nada tan emocionante como enfermedad, lesión o muerte inminente.

Este es un capítulo bastante corto, tuve la tentación de pasar el siguiente en uno más largo, pero luego no puedo poner énfasis en la última línea de este capítulo, y también porque eso significaría una espera aún más larga, así que hoy me doblaré ( Viernes, estoy en GMT ) si puedo.

Capítulo 60

El piso de la Cámara de los Secretos estaba frío, su frío se había filtrado de la piedra a la carne de Harry cada segundo que había pasado sentado en su piso liso, hundiéndose hasta que llegó a su corazón y adormeció la tristeza.

No hizo nada por la ira.

La furia agitada, ardiente y helada giró por sus venas, apretó el puño alrededor de su corazón y se negó a ceder.

Había quemado a Dobby, no con fiendfyre, ni siquiera con mucha magia. Harry había tenido que presentarse para recoger madera del Bosque Prohibido y pedir prestado fósforos de la casa de su tía y su tío, pero se sintió bien construir la pira él mismo. Usar magia para hacer la acción sin esfuerzo parecía irrespetuoso con el elfo que había dado su vida siguiendo las órdenes de Harry.

No había cenizas, el fuego había sido blanco; tanto que había usado magia para asegurarse. No había querido enterrar a Dobby, confinarlo en el suelo, condenarlo a la tierra y atraparlo debajo de ella era mucho menos apropiado que liberarlo de humo.

Había visto el humo salir de la cámara, hacia el cielo y lejos, pero no se había ido, ni siquiera cuando el calor del fuego había disminuido y el olor del humo y disminuido.

Si hubiera regresado, asistido a sus lecciones, se hubiera reunido con sus compañeros de clase, entonces habría escuchado su nombre, tal vez incluso visto su rostro, y no habría habido nada en existencia que pudiera haberlo impedido vengarse.

Así que se había quedado en la Cámara de los Secretos, había esperado, se había obligado a recordar el plan y se había asegurado que su venganza vendría. Sólo tenía que seguir su plan a través de como y Umbridge pagaría caro como debería.

Harry abrió los ojos. Su ira podría no haberse ido, su hielo todavía enrollado en su pecho, pero eso no importaba, lo había enfocado ahora, lo había afilado a un borde afilado y lo controlaba.

Además, había llegado su momento. Él tenía el polyjuice, ella tenía el mapa, todo lo que necesitaba era darle una razón para interrogar a alguien del DA, cualquiera o todos lo harían.

Él le daría una razón que no podía ignorar.

Empujándose de pie, caminó con lentos pasos deliberados a lo largo de la cámara. Los ojos brillantes de las efigies entrelazadas con la serpiente lo siguieron, rastreando cada paso hacia su venganza.

El baño de Myrtle todavía estaba cubierto de sangre, una piscina gruesa y pegajosa, aún medio oculta de que la niña perlada se cernía, retorciéndose las manos con preocupación.

"Harry, el fantasma jadeó, se abalanzó sobre él. 'Pensé que te había pasado algo terrible.'

'No es mi sangre', le aseguró en silencio, sacando su varita. 'Pertenecía a un seguidor mío, un amigo en verdad.' No quería decir que elfo doméstico, demasiados podrían descartar la pérdida de un elfo como poco importante.