Regreso al pasado: el ascenso de la falsa heredera (1)

Capítulo 72: Entendiéndolo más

Su Shen se sentó en la cama, se apoyó en la cabecera y comenzó a contemplar la mirada persistente de Gu Zi mientras atendía sus heridas. No pude evitar sonreír ante la idea de que a ella parecía encantarle mirar su cuerpo.

Fue una revelación inesperada que esta joven albergara cuentos deseos.

En momentos durante sus cuidados, él había estado tentado de abrazarla y besarla.

Sin embargo, la idea de que ella fuera una chica de ciudad lo había frenado. No quería asustarla; Preferiría tomar las cosas con calma y calma.

Finalmente, Gu Zi regresó del baño con un recipiente con agua que contenía una toalla húmeda. Se recostó en la cama, secó la toalla y comenzó a limpiar las manchas de sangre que aún quedaban.

Había un leve rastro de sangre corriendo por su abdomen y desapareciendo debajo de su cintura. Ansiosa por comenzar a comer pronto, Gu Zi cerró los ojos y bajó la toalla, permitiendo que sus dedos rozaran su pecho.

Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, no notó signos de excitación por parte de él.

"Su Shen, ¿puedo preguntarte algo?" Preguntó Gu Zi.

Su Shen exhaló un suspiro de alivio. Parecía que finalmente había detenido sus atenciones. Él respondió: “Por supuesto que nos vamos a casar. Puedes preguntar cualquier cosa que quieras saber”.

Gu Zi inicialmente sugirió una pregunta directa, pero optó por un enfoque más discreto, dadas las normas conservadoras de esta época. Quería evitar que se sintiera incómoda.

Tomó un camino tortuoso y preguntó: "¿Tiene algún pasatiempo?"

"Trabajo", respondió Su Shen después de una breve pausa. "Paso la mayor parte de mi tiempo trabajando".

Gu Zi encontró esta respuesta algo desconcertante. ¿No debería un hombre normal tener pasatiempos que incluyan intereses fuera del trabajo?

Continuó con otra pregunta: “¿Cuántas veces te has enamorado?

¿Hay alguna mujer de tu pasado a quien no puedas olvidar?

Mientras preguntaba, los pensamientos de Gu Zit derivaron hacia el matrimonio anterior de Su Shen. Habrían tenido una relación íntima, como es típica en una unión matrimonial.

Su Shen sintió que sus preguntas eran bastante peculiares, pero respondió con paciencia.

Luego, Gu Zi preguntó más directamente: "¿Qué es lo más íntimo que has hecho con tu ex esposa?"

Su Shen, al notar la naturaleza inusual de sus preguntas, examinó a Gu Zi cuidadosamente. Sus largas y ondulantes pestañas, con ojos como agua clara de manantial, sostuvieron su mirada. Su respiración se aceleró mientras la miraba.

¿Qué estaba tratando de preguntar a esta mujer?

Estas investigaciones profundizaban en temas delicados y privados, y el hecho de que ella lo hubiera estado observando tan de cerca durante todo el día levantó sus sospechas.

Gu Zi continuó con su interrogatorio y Su Shen reflexionó sobre la dirección inesperada de su conversación.

Sin embargo, él respondió con seriedad: “Mi ex esposa y yo teníamos un acuerdo antes de casarnos. Su principal responsabilidad era cuidar bien de los niños. Estaba preocupado por el trabajo, por lo que nuestras interacciones eran bastante limitadas”.

Cuando Gu Zi escuchó esto, estuvo casi seguro de una respuesta: ¡este hombre no estaba interesado en las mujeres!

Sin embargo, era imposible que un hombre no fuera lascivo. ¿Tal vez tuvo algún tipo de enfermedad oculta?

Con estos pensamientos en mente, Gu Zi miró sutilmente la parte inferior del cuerpo de Su Shen pero rápidamente desvió la mirada. Ella preguntó vacilante: “Entonces, después de casarnos, ¿tenemos que mantener este acuerdo también?”

No podía imaginar estar casada con un hombre tan guapo y en buena forma física pero abstenerse de tener intimidad física con él. ¡Parecía un desperdicio enorme!

Su Shen la había pillado mirándolo en algún lugar hace un momento. Junto con su pregunta, él entendió.

Su Shen se dio cuenta de que Gu Zi estaba cuestionando sus habilidades como hombre, especialmente después de que ella lo había examinado antes. Sintió una mezcla de molestia y diversión, pero no tenía intención de demostrarle nada en ese momento.

En cambio, respondió un tanto evasivamente: “Si eso es lo que prefieres, podemos tener habitaciones separadas después de casarnos. No insistiré en compartir habitación”.

Gu Zi estaba decepcionado por su respuesta y deseaba mantenerse firme.

Sin embargo, parecía que Su Shen no estaba dispuesto a abordar el problema directamente. Consideró la posibilidad de que él pudiera estar experimentando algún tipo de dolencia o problema oculto, lo que la hizo cuestionar su capacidad.

Su Shen la miró fijamente durante un rato y dijo en tono rígido: “Tengo un poco de hambre. ¿Puedes prepararme algo de comer?

Gu Zi pensó en la situación por un momento y se levantó de la cama. Trató de consolarse pensando que al menos Su Shen era excepcionalmente guapo.

"Descansa un rato y yo bajaré a buscar algo de comida", dijo Su Shen.

Mientras Gu Zi bajaba las escaleras, descubrió que los tres niños ya habían terminado de comer.

Su Bing estaba recalentando algunos platos en la cocina, aunque estaba usando un método simple, simplemente cociéndolos al vapor con agua.

Al ver a Gu Zi, Su Bing sacó los platos recién cocinados al vapor.