capítulo 17

30 4 0
                                    


No me sorprendió la reacción de Kieran. Escuche el sonido de los huesos mientras cambia en humano otra vez. Sus garras se contraían y el pelaje desapareció, dejando a un tipo que lucia como si me quisiera arrancarla la cabeza.

-¿eres idiota? – pregunto furioso.

-¿tiene ropa? – pregunto, Solace.

Nos giramos los dos para verlo.

-¿Qué? – dijo a la defensiva – admitan que es raro.

Me maraville con la facilidad que había olvidado el hecho de que casi le desgarraba el pecho con sus garras.

-Creo que no es el momento para hablar sobre eso – le recordé.

Su rostro adopto una expresión entre curiosidad y disgusto, por alguna extraña razón no sabía cuál era más peligrosa.

-Necesito tu ayuda. – me dirigí o través a Kieran.

-Eso está claro – gruñó en dirección de Solace, que seguía viéndolo con curiosidad y olfateando el aire.

Kieran, no había cambiado desde la última vez que nos habíamos visto. Lo único diferente en él era el cabello, lo tenía recortado al estilo militar, haciendo que luciera más serio de lo que ya era.

-Cuando me llamaste a horas inhumanas, créeme que nunca pensé que te tú problema iba ser este – agito una mano hacia donde estaba, Solace. – creí que huías de tu pasado – su voz se tornó seria – y ahora veo que lo traes contigo.

Sus palabras me golpearon de una manera tan familiar que ya ni me importaba. Kieran, era sin duda la única persona además de Agatha, que conocía mi pasado (al menos la mayoría de ello) sabía que me habían desterrado, sabia porque lo habían hecho y sabia a quién esperaba encontrar.

-Déjame explicártelo.

-Debes hacerlo – replico furioso – no pase cuatro días buscándote como loco, solo para que hoy vengas con un maldito príncipe. Creí que sabias la definición de mantenerse fuera. pero ahora me doy cuenta aun mas idiota de lo que se considera normal.

Cuatro días.

Kieran había seguido maldiciéndome e insultándome, pero no me importaba, mi mente se había estancado en esas dos palabras.

-¿Qué? – pregunté hacia nadie en particular.

No sé qué expresión puse, porque Kieran dejo de hablar y me dirigió una mirada de reproche. Me sorprendí de que fuera Solace el que me respondiera, entendiendo la pregunta no formulada.

-El tiempo – empezó a decir despacio – en el Carrison no transcurre de la misma forma como lo hace en el mundo de los giles. Para una virtud podría pasar tan solo unas horas, pero para un humano podría ser una eternidad – su rostro adopto una expresión cautelosa – supongo que has pasado tanto tiempo en este mundo, que te acostumbraste a el.

Lo último lo dijo como una acusación. No tuve elección. Quería decirle, pero tal vez si la haya tenido. Tal vez si no hubiera perdido el control aquel día, las cosas hubieran sido diferentes.

-Eso confirma lo que le demostraste a mi padre – continuo con una sonrisa ajeno a mis demonios internos – eres de aquí, por eso ya no le sirves a ellos – dijo sin ningún tipo de consideración – pero me sirves a mí. 

No me alarmo lo que dijo Solace, tenía una manera peculiar de hablar, pero Kieran, se le quedo viendo como si hubiera destruido su casa. Era la misma expresión que usaba cuando hacía una estupidez.

-¿de que habla? – preguntó, Kieran. Quería poder darle una respuesta, pero estaba cansado para decirle que yo tampoco lo sabía, y sinceramente tenia miedo de preguntar.

Hard Where stories live. Discover now