capítulo 15

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Ha pasado ya una semana desde el primer juego con Los Lobos y todo ha ido perfectamente bien, han ganado su tercer juego la noche anterior dejando solo uno perdido contra una universidad que se encuentra en los mejores cinco. Fargan y Nieves seguían a Rubius mientras recorrían el campus escolar para dirigirse a la librería, no tenían última clase durante los miércoles asi que se iban juntos a un espacio.

ㅡ Estás semanas van mejor que el año pasado, ¿No crees? ㅡ. Intentó seguir la conversación la pelirroja para que se uniera el peliblanco pero el castaño era de hablar demasiado

ㅡ ¡Si! No puedo creer que ya estamos en Octubre ¡Octubre! ㅡ. Movía las manos en mil direcciones explicando lo sorprendente que era el tiempo hoy en día, en un momento estas cenando con todos los estudiantes a inicios de año y ahora Octubre.

La vida seguía y Los Osos habían mejorado bastante, aunque su amistad entre si no era lo más fuerte de todo. Nieves siempre tuvo la curiosidad de saber porque su capitán llevaba puesto vendas en los brazos, de las manos hasta los codos, pero quizás esa pregunta podría esperar para otro momento.

ㅡ ¿Te has quemado en el cuello? ㅡ. Rubius alzó la mirada ante esa pregunta proveniente del castaño, arqueó una ceja desinteresado. ㅡ Espera.. ¡¿Tienes novia?!

ㅡ No tengo novia ㅡ. Afirmó y el castaño suspiro aliviado.

ㅡ No tienes cara de ser alguien expresivo, te puedo creer eso. ㅡ. Admitió ㅡ, ¿Entonces?

Se alzó de hombros, después de insistir demasiado solo se rindieron y supusieron que eran quemaduras de cigarro ya que Rubiuus no los dejaba acercarse demasiado a él.. además de que a los ojos de ambos, el peliblanco era alguien ya extraño.

Se adentraron a la librería y todos sacaron tarea para hacer, laptops, entre más cosas para seguir.

Todo iba bien hasta que una notificación salió en el móvil del peliblanco únicamente llamando la atención del dueño.

Desconocido:

"¿Rubius?"

Bloqueo el celular ignorando el mensaje antes leído, así que continuo haciendo su trabajo para poder retirarse a su dormitorio. Necesitaría descansar de estar rodeado de gente diariamente, así que no perdió tiempo en absurdos mensajes.

Cuando ya dieron las tres y media de la tarde, Rubius tomó sus cosas y se alejo a los dormitorios sólo porque Nieves y Fargan querían pasar a la cafetería por algo para comer. La pelirroja insistió en traerle algo y aunque se negara, sabía que ella volvería con algo para él.

Entró a su habitación que compartía con los chicos y se sentó en un sofá de frijol quedando cerca al piso. La pereza le gano por completo dejandolo caer dormido en su sitio en lo que esperaba a sus compañeros.

M♡:

"Llámame cuando puedas"

El ruidosos y molesto sonido de las notificaciones en general lo despertaron dejando ver ahora un nuevo mensaje, suspiro antes de leerlo. Miró la fecha en su móvil y sabía lo que le esperaba, así que sin más decidió solo llamar.

ㅡ Aún queda tiempo

Marcó a un número y escucho el aparato sonar por algunos segundos antes de ser respondido.

ㅡ Hola cielo, ¿Vas a venir? Tu padre me llamo el otro día diciendo que quería reunirse con nosotros pero será en algunas semanas.. ㅡ. Continuó una voz dulce y suave por el teléfono, dejando a un Rubius en blanco mientras escuchaba la larga explicación de su madre.

...

Los lobos corrían de un lado a otro para finalizar la práctica de hoy, después de varias vueltas todos tuvieron la oportunidad de bañarse para poder irse a sus dormitorios. El verano empezaba pronto y los examenes finales igual, seguido de vacaciones.

Vegetta había escrito a el número que Rubius le había escrito en el móvil antes de irse aquella noche, que ahora que lo pensaba le daba pena recordar todo eso en ese preciso momento.

ㅡ Vamos Vegetta, tenemos una sorpresa y queremos ir a comer algo juntos ㅡ. Sonrió Dulce llamando al chico con felicidad y asintió suave para ir detrás de ella volviendo a la sala de reuniones, pero se desviaron cada uno a sus baños respectivos.

Salieron corriendo del estadio viendo a todos los chicos montados en el coche de Willy, un modelo del año con varios lujos disponibles que se permitió tener.

Terminaron en un lugar donde vendían comida española y todos estaban emocionados. Se adentraron y pidieron una mesa grande para todos, hasta que pudieron pedir algo y esperar a la comida.

 Se adentraron y pidieron una mesa grande para todos, hasta que pudieron pedir algo y esperar a la comida

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