capitulo 41

63 8 2
                                    

Una semana después

ㅡ Escúchame, maldición ㅡ, La voz del azabache sonaba temblorosa en cada palabra que sus boca dejaba escapar. Sentía miedo, inclusos se comenzó a sentir ansioso al limite de querer llorar. ㅡ Por favor.

Las plegarias del chico resonaban en la habitación fría, el clima había cambiado drásticamente. Muchas cosas no se miraban bien, mucho menos calmadas, y todo se habían jodido hace tan poco y no sabían la razón del porque.

ㅡ ¿Dices que lo sabe? ㅡ, Preguntó como si hubiese ignorado todo lo anterior antes de llegar a este punto, Rubius miró los ojos llorosos de su novio con un hueco en su corazón. ㅡ ¿Y cómo?

ㅡ No sé, maldita sea no sé como tiene esas pruebas.

ㅡ ¿Qué eran las pruebas?

ㅡ ¿En serio importa eso ahora? ㅡ, Limpió sus ojos brillosos mientras se sentaba en el piso del balcón, pero viendo los ojos oscuros de su pareja decidió solo responder su pregunta. ㅡ Era unas fotos y video de nosotros caminando hasta el automóvil, pero no es nada reciente por las prendas que llevábamos.

Rubius se quedó mudo dejando al azabache perdido en ese silencio que lo estaba matando por dentro, la tensión entre los dos jovenes adultos era fuerte y el sonido de los coches cruzando por la calle principal de la universidad en frente de los dormitorios de los deportistas donde estudiantes naranjas habitaban logrando volverlo loco.

ㅡ Vete de aquí, tengo que salir, ㅡ Le pidió a Vegetta después de un largo rato caminando hasta la escalera con intensiones de salir del local, pero viendo que su pareja con el plan en mente de intervenir dijo. ㅡ  No voy a discutir contigo por esto ahora, ve con tu equipo.

El albino sujetó su mochila que tenía consigo todo el tiempo y corrió escaleras abajo hasta llegar a su propio coche dejando atrás al azabache, tomó el volante con fuerza y arrancó lo más rápido que pudo abandonando el estacionamiento reservado a su edificio. Muy poca gente se sobresalto ante el escándalo del automóvil pero otros lo tomaron como si no fuera algo nuevo de la zona, los ojos purpura viendo el poco rastro de humo que dejó detrás su novio antes de perder de vista el automóvil.

El azabache se puso de pie con debilidad cayendo por todo su cuerpo, se forzó a estar de pie y tomar su chaqueta que había dejado caer al piso hace una aproximación una hora. El sol ya se había ocultado y la luna comenzó a iluminar el cielo con su hermosa tonalidad, pero una voz que habló a sus espaldas logró mandarle escalofríos por todo su cuerpo junto a una gran por porción de preocupación.

Cuando se dio vuelta y observó con detalle la silueta de una chica de estatura baja, piel casi blanca como la nieve, cabello pelirrojo, y unos ojos grandes azules fue cuando sintió su cuerpo sentirse menos tenso.

ㅡ Vegetta, ¿Qué harán? ㅡ, Cuestionó preocupada y el nombrado pudo deducir eso a la perfección cuando su voz tembló por un instante. ㅡ ¿Estarán bien?

ㅡ No tengo la menor idea en estos momentos, Nieves ㅡ, Una risa seca escapó de sus labios.

.....

La casa tenía absolutamente todas las luces apagadas y sin señales de vida dentro suya, aparcó el coche lo más rápido que pudo antes de correr hasta la puerta principal y tocar con fuerza el roble frente suyo pintado de blanco. Su corazón latía rápidamente, si lo que estaba pensando en este instante resultaba ser verdad no querían tener en mente lo que le esperaba a si mismo.

Cuando pasaron unos segundos y la casa seguía en silencio absoluto fue cuando Rubius decidió golpear la puerta intentando tumbarla, una vez logrando derrumbar la puerta corrió hasta el interior en busca de señales de vida.

La casa se veía un desastre comparada a otras visitas que ha hecho en años pasados y definitivamente no era algo que su madre dejaría en pleno sitio sabiendo lo organizada que esa mujer era.

ㅡ ¡¿Mamá?! ㅡ, Gritó rasgando su garganta por la desesperación que sentía recorrer en su cuerpo, mordió su labio inferior mientras exploraba toda la zona de abajo para poder dirigirse hasta el segundo piso.

Su habitación estaba impecable, el segundo piso parecía estar intacto comparado al primero. El escalofrío que sintió recorrer su cuerpo en tan solo unos segundos al escuchar un automóvil aparcar fuera de la casa llamó su atención.

 El escalofrío que sintió recorrer su cuerpo en tan solo unos segundos al escuchar un automóvil aparcar fuera de la casa llamó su atención

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
flawless ★ rubegettaWhere stories live. Discover now