Capítulo 13

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Maléfica apareció la noche siguiente buscando a Regina pero no logró encontrarla, supuso que seguramente la morena tuvo que asistir en algún asunto de la realeza y no pudo avisarle. 

Se sintió un poco desilusionada por no poder ver a Regina, pero a su vez entendió que la morena siempre tendría que ocuparse de muchas cosas. 

Volvió a la Fortaleza Prohibida y busco algunos libros en su biblioteca para saber que sería lo siguiente que le enseñaría a la menor. 

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*Cinco días después*

Llevaba varios días intentando ver a Regina, no había forma de comunicarse con ella, durante esos cinco días en las noches viajaba hasta el castillo blanco para poder verla pero no la encontraba. 

Estaba en la Fortaleza Prohibida volviéndose algo paranoica, no sabía nada de Regina desde hacía varios días y tenia miedo de lo que Leopold podría llegar a hacerle.

 Un golpe en su puerta llamó su atención, camino hasta la entrada donde se encontró con un hombre bastante mayor, logró reconocerlo, era el padre de Regina. 

– Eres Maléfica, ¿cierto? 

– Lo soy, y usted es el padre de Regina.

– Henry Mills, ¿puedo entrar? –dudó unos segundos y lo dejó entrar. 

– ¿Ocurre algo?, no esperaba verte aquí. 

– Es mi hija, estoy preocupado por ella. 

– ¿Le paso algo?, no supe de ella en varios días. 

– Ese es el problema, tampoco supe de ella. 

– ¿Qué? 

Caminaron hasta la sala y Maléfica hizo aparecer un café para Henry, lo que había dicho de la morena realmente logró preocuparla. 

– ¿A qué se refiere con que no sabe de Regina? 

– Al día siguiente de su cumpleaños fui a su habitación para hablar con ella. 

– ¿Y qué pasó? 

– Había algunas manchas de sangre en el piso. 

– ¿Sangre? 

– No se que le hizo, dijo que se había ido unos días pero se que es mentira. 

– ¿A qué se refiere? 

– A qué Rocinante estuvo todo el tiempo en los establos, se exactamente que ella sigue en ese castillo. 

– Me encargaré de encontrarla, se lo prometo. 

– Cuídate, sé que le importas a mi hija –la rubia se limitó a asentir antes de desaparecer y volver a aparecer en el castillo blanco. 

Se movió con cuidado no quería poner a todo el castillo a dormir porque estaba segura que de esa manera conseguiría algo de información. Se deslizó entre los pasadizos del castillo intentando escuchar que dijeran algo pero nada. 

Todo sería mucho más fácil com algo de Regina para localizarla, no podía concentrarse solo en ella con todas las personas en ese castillo. 

La corona de flores, en el momento en que ese pensamiento cruzó su cabeza hizo aparecer en su mano la corona, era lo único que tenía de Regina y con lo que podía localizarla. Siguió la corona mientras está flotaba por los pasillos del castillo, sube por las escaleras hacia una de las torres. 

Mi enorme dragón..Where stories live. Discover now