Maléfica se despertó en el momento en que sintió a Regina levantarse de la cama para correr al baño. Llevaban 4 semanas viviendo en San Francisco pero durante todo el viaje la menor se había sentido descompuesta y no había mejorado en esos días.
Se levantó y la siguió al baño, la morena estaba vomitando, sostuvo su pelo mientras acariciaba su espalda.
– Hey Gina… ¿Estás bien?
– No… Me siento mareada.
– Ven –la atrajo hacia su pecho, Regina quedó recostada entre sus piernas, sintiendo los latidos de Maléfica que la calmaban–. deberías ir a ver a un médico, dudo mucho que esto sea normal.
– Lo sé, buscaré alguno en la mañana.
– ¿Quieres levantarte?
– No todavía, sigo algo mareada.
– Esta bien, quedémonos aquí un rato.
Paso sus manos por su pelo despacio, una vez que estuvo un poco más calmada la ayudó a levantarse, Regina se cepillo los dientes y se lavo la cara antes de caminar hasta la cama.
– ¿Crees que esto pueda ser algo mágico?, ¿todavía puede estar el hechizo en ti? –Maléfica se sentía preocupada por ella, tenía miedo de lo que pudiera pasarle a la morena.
– No lo sé, tal vez intente hablar con Rumple para ver si sabe algo.
– Hazlo, pero primero irás a un médico.
– Lo sé, prometo ir.
– Intenta dormir un poco –se quedó a su lado pasando una mano por su pelo hasta que noto que se había dormido.
Cuando amaneció Maléfica se despertó primero, bajo las escaleras para prepararle el desayuno a la morena.
Subió las escaleras para despertar a Regina, se acercó a ella para besar su mejilla, logrando que se removerá un poco antes de despertar.
– Buenos días hermosa.
– Buen día mi amor.
– Prepare el desayuno, ven bajemos –la ayudó a sentarse en la cama, notando que todavia estaba bastante mareada, poco después las dos bajaron las escaleras y caminaron a la cocina–. te hice un té, no quiero cargar mucho tu estómago.
– Gracias Mal –agarro la taza que la rubia le pasaba.
– ¿Irás al médico hoy?
– Si.
– ¿Quieres que te acompañe?
– No mi amor, debes ir a trabajar y yo también después del médico.
– ¿Segura?
– Lo estoy, solo va a ser un rato.
– Esta bien –dejo un pequeño beso en sus labios–. Te amo.
– Te amo.
Regina se quedó unos cuantos segundos viendo a Maléfica, toda su vida había cambiado por completo en las últimas semanas. Desde que había salido del pueblo no había buscado ningún tipo de contacto con Henry, quería darle su espacio y dejar que él descubriera todo lo que ella había intentado hacer para estar a su lado h ser una madre buena y presente.
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ŞİMDİ OKUDUĞUN
Mi enorme dragón..
Hayran Kurgu¿Qué pasaría si Maléfica hubiera aceptado enseñarle magia a Regina?, ¿sería la Reina Malvada?, ¿habría sentimientos entre ellas?