Capítulo 27

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Maléfica se despertó en el momento en que sintió a Regina levantarse de la cama para correr al baño. Llevaban 4 semanas viviendo en San Francisco pero durante todo el viaje la menor se había sentido descompuesta y no había mejorado en esos días. 

Se levantó y la siguió al baño, la morena estaba vomitando, sostuvo su pelo mientras acariciaba su espalda. 

– Hey Gina… ¿Estás bien? 

– No… Me siento mareada. 

– Ven –la atrajo hacia su pecho, Regina quedó recostada entre sus piernas, sintiendo los latidos de Maléfica que la calmaban–. deberías ir a ver a un médico, dudo mucho que esto sea normal.

– Lo sé, buscaré alguno en la mañana. 

– ¿Quieres levantarte? 

– No todavía, sigo algo mareada. 

– Esta bien, quedémonos aquí un rato. 

Paso sus manos por su pelo despacio, una vez que estuvo un poco más calmada la ayudó a levantarse, Regina se cepillo los dientes y se lavo la cara antes de caminar hasta la cama.

– ¿Crees que esto pueda ser algo mágico?, ¿todavía puede estar el hechizo en ti? –Maléfica se sentía preocupada por ella, tenía miedo de lo que pudiera pasarle a la morena.

– No lo sé, tal vez intente hablar con Rumple para ver si sabe algo. 

– Hazlo, pero primero irás a un médico. 

– Lo sé, prometo ir. 

– Intenta dormir un poco –se quedó a su lado pasando una mano por su pelo hasta que noto que se había dormido. 

Cuando amaneció Maléfica se despertó primero, bajo las escaleras para prepararle el desayuno a la morena. 

Subió las escaleras para despertar a Regina, se acercó a ella para besar su mejilla, logrando que se removerá un poco antes de despertar. 

– Buenos días hermosa. 

– Buen día mi amor. 

– Prepare el desayuno, ven bajemos –la ayudó a sentarse en la cama, notando que todavia estaba bastante mareada, poco después las dos bajaron las escaleras y caminaron a la cocina–. te hice un té, no quiero cargar mucho tu estómago. 

– Gracias Mal –agarro la taza que la rubia le pasaba.

– ¿Irás al médico hoy? 

– Si. 

– ¿Quieres que te acompañe? 

– No mi amor, debes ir a trabajar y yo también después del médico. 

– ¿Segura? 

– Lo estoy, solo va a ser un rato. 

– Esta bien –dejo un pequeño beso en sus labios–. Te amo. 

– Te amo. 

Regina se  quedó unos cuantos segundos viendo a Maléfica, toda su vida había cambiado por completo en las últimas semanas. Desde que había salido del pueblo no había buscado ningún tipo de contacto con Henry, quería darle su espacio y dejar que él descubriera todo lo que ella había intentado hacer para estar a su lado h ser una madre buena y presente.
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Mi enorme dragón..Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin