Mi enorme dragón..

Capítulo 24

Habían pasado dos días más, tanto Regina como Maléfica notaron que la magia estaba de nuevo en el pueblo, aunque la verdad no era algo que necesitarán en ese momento, contaban con todas las comodidades necesarias en la cabaña, pero los planes de salir del pueblo seguían en ellas, por lo que la morena estaba decidida a hablar con Rumple. 

– Necesito saber si puedo salir del pueblo –Regina se había negado a volver al centro de la ciudad, así que ella, Maléfica y Rumple se habían reunido en la cabaña. 

– Querida, eres de las pocas personas que puede salir sin problemas. 

– ¿Y Maléfica? 

– Bueno ella nunca perdió la memoria, siempre supo quien era. 

– ¿Podemos salir sin más? 

– Pueden hacerlo. 

– ¿Cuál es la trampa Rumple? 

– Tranquila su majestad, no hay trampa, pueden salir del pueblo sin problema alguno. 

– ¿Qué quieres a cambio? 

– Ya tengo lo que quiero querida, la magia esta de vuelta en el pueblo y ustedes dos aun tienen mucho que descubrir por su cuenta. 

– ¿De qué hablas? –a Maléfica estaba dejando de gustarle la conversación con Rumple. 

– Ya lo van a saber, ahora ustedes deciden si salen del pueblo o se quedan. 

Poco después Rumplestiltskin se fue de la cabaña dejándolas solas. La decisión ya estaba tomada, saldrían cuanto antes del pueblo. 

Mientras tanto en la cafetería Henry esperaba pendiente a que Emma llamara al número de Regina, llevaban algunos días llamándola sin recibir ninguna respuesta y nadie en el pueblo la había visto. 

– ¿Nada? 

– Lo siento chico. 

– ¿Y si alguien le hizo daño? 

– No lo creo Henry, tu madre es fuerte –desde la mesa Emma logró ver qué Granny le hacía señas para que se acercara–. Ya regreso chico, termina tu desayuno -vio que Henry asentía, así que camino hasta la barra–. Granny, ¿qué ocurre? 

– Se quien sabe donde está Regina. 

– ¿Qué?, ¿quién? 

– El señor Gold, escuche que iría a verla hoy. 

– Lo buscaré, ¿podrías cuidar a Henry unos minutos? 

– Ve. 

– Gracias –se acercó de nuevo a la mesa para hablar con su hijo–. Henry, quedate con Granny, tengo que resolver algo. 

– ¿Esta todo bien? 

– Si chico. 

Salió de la cafetería yendo directamente a la tiende de Gold para poder hablar con él, si era la única persona que sabría sobre Regina hablarían como sea. 

– Gold –se acercó al mostrador y espero a que apareciera desde la trastienda.

– Señorita Swan, ¿qué se le ofrece? 

– ¿Dónde está Regina? 

– ¿Qué le hace creer que yo tengo esa información? 

– Se que usted lo sabe, necesito saber donde está, Henry necesita de su madre.