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Akira.

Despertar últimamente ha Sido todo un reto.

Cada vez que todo se vuelve oscuro. Deseo que pronto esa oscuridad se vuelva definitiva.

—Akira... Tenemos que irnos.—Escucho como Lincon susurra.

Me levanto con un dolor en todo el cuerpo. Veo a Lincon con una herida en la frente.

Un dolor de cabeza me invade y recuerdo lo que Lincon me dijo...

Embarazada.

No.

No puedo estar embarazada.

No puedo...

—Tienes que ayudarme.—Le suplico.—N-no puedo tener este bebé...

No puedo.

No solo por el hecho de que el padre casi me mata. Si no que no me siento preparada. Le puede pasar lo que le pasó a Oliver. No lo puedo permitir. No puedo ni conmigo misma.

¿Cómo podré cuidar a un bebé?

—Tranquila... Haremos lo que quieras pero por favor. Hazme caso. Tu padre está durmiendo ahora. Si no salimos de acá ahora mismo no podremos hacerlo después.—Explica.

Asiento tratando de procesar que tengo algo en mi barriga...

Lo había olvidado por completo.

Tengo una venda alrededor del abdomen. La cual me rozo cuando me coloco la polera.

—Toma, se la saqué a tu padre.—me entrega un arma.

—Yo... No sé cómo se ocupa.—Digo ignorando la mención de la mierda.

—Esta sin seguro. Ten cuidado. Si pasa algo solo tienes que presionar el gatillo.—toma mi mano y me guía lo que asumo es una puerta trasera.

El arma pesa en mi mano libre. Nunca he usado una pistola. Y espero no hacerlo.

—¿En dónde nos iremos?—Pregunto en un susurro.—No tenemos auto.

—Tranquila. Yo me encargo. No te pasará nada, muchacha.

Un cálido sentimiento invadió mi pecho. ¿Cuándo fue la última vez que se preocuparon por mí?

—¿Por qué haces esto?—Pregunto.

—Te lo dije antes. Me recuerdas mucho a mi hija. Es como si la estuviera cuidando a ella de cierto modo —Dice sin siquiera mirarme.

—Si, pero ¿por qué traicionar a Damon? Pensé que sus hombres eran leales.—Añado y lo veo tensarse.

—Lo son. En su mayoría... Pero ha hecho cosas malas.—Se aclara la garganta —A su propia gente. Eso le ha hecho perder la lealtad de sus hombres y su confianza.Del modo que lo traicionan. Cómo Edgar y...

—Como tu.—Termino de hablar por el.—¿Qué te ha hecho?

Se tensa nuevamente.

Lo oigo tragar. Sus manos se aprietan alrededor del arma. Se queda en silencio por un largo momento. Cómo si estuviera recordando algo trágico. Algo le hizo. Algo que ha hecho que este hombre traicione a un mounstro. Debe ser grave. Para luchar contra alguien que tiene tan mala reputación sin miedo a la muerte. Es porque le ha quitado todo...


—Mató a mi hija.

Dominame ✓ [Terminada, primer Libro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora