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Akira.

—Vamos a salir.—Les informo a los chicos.

Me estoy adaptando bastante bien con ellos. Aunque ahora no hablan mucho. Son agradables.

Pensé en hacer muchas cosas para que se fueran de mi lado. Pero ninguna funcionaria. Es por mi bien. Sin ellos estaría completamente desprotegida.

Aparte ellos me sirven para no estar tan sola. ¿Como unos amigos?

No lo sé.

Pero me ayudan. Ya que, intenté contactar a Fátima y nunca respondió nada...

Era la única amiga cercana que tenía en ese entonces.

—Bien. Iré a preparar el auto.—Dice Bryan.

—¿A dónde quiere ir señorita Akira?—Pregunta Rick.

—Necesito comprar algo de comer. Odio la comida "saludable" que hay aquí.—hago comillas con los dedos.

Él asiente y no dice nada.

...

—¿Y qué tal?—pregunto sacándome las manos en mi delantal.

Decidí cocinarles.

Estaba aburrida.

Sé cocinar. Es más me encanta cocinar cosas que sé hacer...

Pero ahora se me ocurrió seguir una receta de internet.

Y ellos la probarán.

Se llevan un bocado a la boca. Luego de masticar comparten una mirada. En sus caras no se ve reflejado nada. Eso es fastidioso.

—Muy bueno.—Habla Rick.

—Delicioso.—Dice Bryan.

—Exquisito...

—¿De verdad?—Encaro una ceja. No parecen muy convencidos.—Saben que no les haré nada si me dicen la verdad. No los voy a matar ni nada por el estilo. Si me van a proteger lo mínimo que les pido es confianza.—Me cruzo de brazos.

Ellos asienten sin decir nada.

—Les voy a preguntar otra vez. Espero que sean sinceros.—Los miro seria—¿Qué tal está la comida?

—Asquerosa.—Habla Bryan.

—Horrible.—Veo como Rick toma un vaso de agua.

—Incomible.

—Vomitiva.

Abro los ojos sorprendida.

—¿Saben que? Métanse su confianza por el culo. No la quiero.—me quito el delantal.,—Muéranse de hambre no les cocino nunca más.

Digo frustrada pero a la vez sorprendida. Si así reaccionaron mejor ni pruebo lo que hice. No le hará bien al bebé.

—Gracias a dios.—Escucho a unos de los chicos murmurar

—Idiotas.


Meses después.

—Joder.—Me quejo al bajar las escaleras.

La barriga no me deja moverme bien. Pesa demasiado.

Joder.

Jamás pensé que seguir adelante con esto sería tan molesto.

—Señorita Akira. Tiene que tener cuidado.—Se acerca Rick a mí.

—Te he dicho mil veces que me llames Akira. Deja las formalidades.—digo y me agarra la mano para ayudarme a bajar.

—Tiene que tener cuidado.—Dice ignorando lo que dije recién.—Su estado es delicado...

—Es aburrido. ¿No?

—¿Qué cosa?

—Ser el maldito niñero de una mujer embarazada.—Me río.

—Es mejor de lo que pensé.—Se encoge de hombros y me ayuda a terminar de bajar las escaleras.—Fui entrenado para matar y proteger y aunque no haya acción acá... estar aquí definitivamente es una buena manera de ganar dinero, a mi madre le gustaría.—Comenta— Aparte no eres tan fastidiosa en tus días buenos.

—Idiota.—Sonrío.

Me gusta que se sientan en confianza de bromear conmigo.

Me hace sentir más acompañada.

Me tocó la espalda mientras camino. El dolor es insoportable.

Se supone que en unas semanas debería dar a luz...

Y aunque tengo miedo. Quiero ver mi bebé.

No quise saber cuál es su sexo en los controles. Quiero que sea sorpresa. Aunque todos creen que será niña.

Pero yo siento que será niño. Es un presentimiento...

Camino unos pasos pero me detengo. Siento como el bebé se mueve y me aferró a la mano de Rick.

Un líquido cae de golpe al suelo.

Oh no...

No...

¿Tan pronto?

Esto no puede estar bien. Faltan semanas aún. Una o dos. Joder no lo sé no llevo la cuenta tan bien.

—Wow... Ninguna mujer se ha mojado tanto por mí.—Habla en tono de broma y niega con la cabeza.—Si querías orinar tenías que decirl...

—¡Idiota!—Grito histérica.—Rompí fuente...

Él abre los ojos, asustado.

—Joder...

Dominame ✓ [Terminada, primer Libro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora