91

21.5K 1.3K 130
                                    

Akira.

Llegamos a tropezones a mi habitación. En el camino Damon no me dejó de besar.

No sé cómo aún estoy con aire en mis pulmones.

—¿Me deseas, Akira?—Pregunta mientras escabulle una mano por mi falda llegando a mis bragas.—Tan mojada para mí...

Me toma de la cintura como si fuera una muñeca de trapo. Cómo si no pesara nada y me deja sentada en la cama.

—Te vas a entregar a mi hoy... Toda para mí.—Susurra más para el que para mí

Se arrodilla ante mí. Y veo sus intenciones.

Él al notar eso sonríe.

—No apartes tus ojos de mí... Por favor—Apenas es audible lo último que dice.

Baja mis bragas por las piernas y levanta mis pies para arrancarlas por completo de mí. En vez de lanzarla a un lado. Las sostiene con ambas manos y se las lleva a la nariz.

—Joder Akira.—Murmura para luego guardarlas en su bolsillo.

—¿Qué paso? La tienes tan chica que tienes que utilizar tu boca para...—Me veo interrumpida por mi propio gemido.

Su cálida lengua cae sobre mi núcleo, juro por dios que se me va el aire.

Empieza a lamer. Succionar, joder. Ya no sé que mierda más hace, pero lo hace tan bien.

—Damon...—Gimo.—Damon por favor...

—Ojos en mí.—Dice obligándome a mirarlo.

Siento como mis ojos se ponen brillosos.

No sé cuánto tiempo ha pasado. No lo recuerdo...

Pero siento como si no hubiese tenido sexo en años.

—No cierres los ojos. Akira.—Advierte.—Mírame.

—Jódete.—Digo haciendo exactamente lo que me pidió que no hiciera.

Introduce uno de sus grandes dedos en mí. Mierda eso me desespera más.

—Jódete Damon. ¿Qué esperas? Saca tu maldita polla y hazlo ya.—Digo frustrada al borde de la histeria.—Si no me follas ahora. Iré con Rick...—Amenazo.

—Maldita mujer. Estás demasiado estrecha. No va a entrar si no introduzco más dedos.—Sisea.—No quiero lastimarte.

—¿Qué te crees?—Jadeo cuando introduce un segundo dedo en mí.—A puesto que tu polla es minúscula y te da vergüenza. No me vengas con esa mierda de que no quiero lastimarte.

—Te lo advertí.—Agrega mientras se levanta del piso.

Veo como desesperado rompe su camisa, haciendo más rápido en proceso de quedar desnudo.

—Te tendrás que ir con las pelotas al aire si rompes toda tu ropa.—Advierto y él me mira.

Me encantan sus ojos perversos.

Se saca los pantalones casi tan rápido como lo hizo con la camisa. Y en el proceso casi se cae.

—Que aburrimiento. Si no actúas ahora. Me voy a dormir.—Lo provoco.

Está solo con bóxer. Tiene toda una tienda de campaña ahí montada.

—Damon...

—¿Esto querías ver?—Baja su ropa interior.

Abro los ojos como platos al verlo.

—No. No. No... No vas a meter eso en mí.—Me reincorporo de la cama.—Prefiero morir de abstinencia de sexo a morir perforada por un pene.

Dominame ✓ [Terminada, primer Libro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora