You belong with me

Capitulo 11

-NARRA AITANA-
Viernes 13 de octubre, hoy seguro que pasaba una desgracia. No es que fuese supersticiosa, pero dada mi última semana seguro que hoy el día terminaba con algún desastre como que me cayese por las escaleras delante de toda la universidad, que me cagase una paloma en la cabeza o algo así. El día olía a desgracia.

Habían pasado dos días desde que hablé por ultima vez con Pedri, desde que volvimos de París el día 11. Apenas nos vimos por casa, yo me iba a la universidad y estaba todo el tiempo que podría fuera, intentando olvidar que el mayor beso de mi vida para la otra persona había sido una mierda que no quería recordar.

En cuanto a Fermín, habíamos hablado varias veces por videollamada, pero aun no lo había visto. No me veía capacitada para mirarle a los ojos de cerca después de lo que había pasado, y me refiero al beso con Pedri, no a nuestra noche juntos.

- ¿Planes para hoy? -preguntó Lucía
- Ninguno -dije- es viernes 13, si pongo los pies en la calle más de lo necesario seguro que acabo en el hospital
- Que idiota -dijo Laura- pues vas a poner los pies en la calle porque es el cumple de Dani y os recuerdo que hoy hay fiesta en su casa
- ¿Hoy? ¿Quién coño hace una fiesta el viernes 13?
- Pues la gente que no cree en mierdas y brujas como tú
- Pues a mí también se me había olvidado -dijo Lucía
- Menos mal que me tenéis -suspiró Laura- feicitadlo y a las 7 quedamos en casa de Aiti para prepararnos
- ¿Por qué en mi casa? -pregunté
- Porque los viernes los compañeros de Pedri pasan por tu casa a tomarse algo, y así puedo ver a Gavi
- La menos acosadora -dijo Lucía

Ambas reímos y Laura nos mató con la mirada. Salimos de la universidad y cada una se fue a su casa. Ellas se fueron en autobús porque el coche de Laura estaba en el taller, así que como había perdido mi ventaja de que Pedri me recogiese, decidí irme andando y aprovechar que hacía sol.

Mientras caminaba hacia casa, mi móvil empezó a vibrar. Lo saqué del bolso y una llamada de Fer alumbró la pantalla.

- Dime -descolgué
- ¿Vas a venir a comer? Son las dos
- Ah si, se me olvidó avisarte de que hoy salía algo más tarde, ya estoy yendo
- Genial, ya pensaba que me dejabais solos, Pedri también debería estar llegando
- Vale, voy ahora

Me despedí de Fer y guardé el móvil. Mientras lo metía de nuevo en el bolso, cruzando un paso de peatones, la cartera se me cayó al suelo y me agaché a cogerla. Al levantarme, vi un coche venir hacia mi y como frenaba en seco a escasos centímetros de mi cuerpo. Ni siquiera me fijé en el coche ni en la persona que iba dentro, o por el contrario no me habría puesto a gritar en medio de la calle.

-NARRA PEDRI-
Me dolía la cabeza. Llevaba desde que había salido del entreno con Bárbara al teléfono. Se empeñaba en discutir por lo mismo cien veces, nunca estaba conforme. A veces pensaba que era porque se aburría y necesitaba tocarme los cojones.

- Te he dicho que no puedo -dije
- Soy tu novia, claro que puedes, es tu deber salir conmigo en Halloween y disfrazarte a juego conmigo
- Te lo he dicho cien veces, siempre celebramos Halloween en casa de Ferran, hacemos una fiesta de disfraces ¿por qué no vienes?
- Porque yo ya tengo mi fiesta con mis amigas, y tú tienes que venir como mi pareja
- No puedo Bárbara, ya he quedado en que iría a la de Ferran
- Ósea que los prefieres a ellos
- No he dicho eso
- Sí, sí lo has dicho

Suspiré y rodé los ojos cansado de estar siempre en la misma situación. O era todo como, cuando y donde ella quería o no estaba a gusto.

- Ya hablaremos, que voy conduciendo
- Ni se te ocurra colgarme
- Me van a multar
- Tienes manos libres, actívalo

Me guardé la palabrota en la lengua y dejé el móvil sobre el asiento del copiloto para darle a los botones del manos libre. Apenas quité unos segundos los ojos de la carretera, pero cuando volví a mirar vi a una persona agachada donde el paso de peatones y tuve que frenar de golpe. El coche se paró a unos centímetros del cuerpo, que se levantó con cuidado.