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El frío invierno envolvía las calles con su manto blanco mientras Myung y sus colegas disfrutaban de un cálido café en la acogedora cafetería del vecindario. Entre risas y conversaciones animadas, el tiempo parecía detenerse en aquel lugar, un oasis de calidez en medio del gélido exterior.
Sin embargo, el bullicio se vio interrumpido cuando Myung, distraído por la charla animada, olvidó su abrigo colgado en el respaldo de la silla. Fue entonces cuando TN, el joven Omega tímido que solía frecuentar la cafetería después de la escuela, notó el abrigo abandonado y decidió devolverlo a su propietario.
Con paso apresurado, TN salió de la cafetería, su corazón latiendo con fuerza por la emoción de acercarse a Myung, un alfa imponente y atractivo que despertaba sus más profundos deseos y temores. Mientras se acercaba al alfa, la timidez de TN se intensificaba, su mente divagando entre la posibilidad de un encuentro y el miedo al rechazo.
Por otro lado, Myung, ajeno a la presencia de TN, se encontraba inmerso en una conversación animada con sus colegas, disfrutando de la compañía y el calor humano que ofrecía la cafetería. Sin embargo, su atención se desvió cuando TN se acercó tímidamente, sosteniendo su abrigo con manos temblorosas.
Al ver al joven Omega, la atracción sexual de Myung se encendió con fuerza, su mente comenzando a trazar imágenes y fantasías de lo que podría ser.
Para él, TN era un lienzo en blanco, una oportunidad para explorar los confines de su deseo y dejar su marca en un alma inocente y vulnerable la cual podría manchar a su antojo. Planeaba convertirlo en su sumiso: ¿como se vería su cuerpo lleno de golpes y con un conjunto de lencería erótica?, ¿Como se vería su carita en pleno éxtasis?, ¿Y sus gemidos?
Myung: Gracias por devolverme mi abrigo
dijo Myung, su voz profunda resonando en el aire entre ellos.
TN asintió tímidamente, sintiendo el peso del escrutinio de Myung sobre él. A pesar de su timidez, su corazón latía con fuerza, anhelando la atención y la aprobación del alfa que lo había dejado sin aliento desde el primer momento en que lo vio.
La conversación entre ellos fue breve, pero cada palabra intercambiada resonó en el aire con una carga de tensión y anticipación. Myung, con su carisma magnético, atrajo a TN hacia él, desencadenando una cascada de emociones y deseos que el joven Omega apenas podía contener.
