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Claude, el emperador de un poderoso reino, era conocido por su destreza en la guerra y su mente astuta en la política. Tenía una hija, la princesa Elise, que era la luz de su vida. Un día, el emperador del reino vecino, buscando asegurar una alianza, le envió un regalo inusual: un omega esclavo llamado TN.
Cuando TN fue presentado en la corte, Claude quedó cautivado por su belleza y fragilidad. Decidió inmediatamente hacer de TN su consorte, un acto que sorprendió y disgustó a muchos en el reino, pero nadie se atrevió a cuestionar al emperador.
La vida en el palacio no fue fácil para TN. A pesar de ser elevado a la posición de consorte, no se le concedía libertad ni dignidad. Claude, obsesionado con TN, le prestaba una atención constante y sofocante. Esta obsesión rápidamente se transformó en una relación abusiva, en la que Claude utilizaba su poder para dominar y controlar a TN.
Cada noche, TN era obligado a compartir la cama del emperador, y aunque intentaba resistirse, su condición de esclavo le dejaba pocas opciones. Claude deseaba desesperadamente tener un heredero varón y veía en TN la oportunidad perfecta para lograrlo. Este deseo llevó a abusos constantes, que solo alimentaron el desprecio de TN hacia su captor.
TN despreciaba a Claude profundamente. No solo por la forma en que lo trataba, sino también porque veía cómo el emperador actuaba con crueldad y despotismo, no solo con él, sino con todos los que le rodeaban. TN soñaba con la libertad, pero cada intento de escape era frustrado por la vigilancia constante y la lealtad ciega de los guardias del emperador.
Tn. Nunca seré tuyo, Claude
le decía TN con una mirada llena de odio cada vez que Claude intentaba acercarse.
Claude, sin embargo, no veía más allá de su propia obsesión. Cada rechazo de TN solo alimentaba su deseo de poseerlo completamente. En su mente distorsionada, creía que si lograba que TN le diera un hijo, eventualmente lo amaría.
Finalmente, TN quedó embarazado. La noticia se extendió rápidamente por el palacio, y mientras muchos festejaban la llegada de un posible heredero, TN sentía una desesperación creciente. El embarazo no hizo más que aumentar la atención y el control de Claude sobre él.
