¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando Lee Nok fue llevado a los aposentos del harem, la transformación de su estatus era evidente. El lugar, aunque lujoso, tenía un aire de competencia y rivalidad que era palpable en el ambiente. Los sirvientes se movían con rapidez y precisión, preparándolo para su nuevo rol en el harem real.
Primero, lo llevaron a una sala privada donde un grupo de sirvientas y eunucos lo esperaban. El ambiente estaba impregnado de aromas de aceites esenciales y flores, y la habitación estaba decorada con telas suaves y brillantes que reflejaban la opulencia del lugar.
Las sirvientas comenzaron a aplicarle un aceite perfumado en la piel de Lee Nok. El líquido era tibio y se deslizaba sobre su piel de manera sedosa, dejándolo con una sensación de suavidad y brillo. Mientras lo untaban, hablaban entre sí en susurros, intercambiando miradas curiosas y evaluadoras.
Lee nok. Su Majestad, usted se ve espléndido —dijo una de las sirvientas, mientras extendía el aceite por su espalda.
X. Este aceite es especial para que su piel brille bajo la luz —agregó otra, mientras aplicaba el producto en sus brazos.
Después de la aplicación del aceite, Lee Nok fue llevado a otro cuarto donde le pusieron una túnica color verde. La túnica estaba hecha de un tejido liviano y fluido, adornada con bordados dorados que reflejaban la riqueza y el estatus del harem. El verde oscuro del atuendo contrastaba con la piel pálida de Lee Nok, acentuando su apariencia delicada y vulnerable.
Con la túnica puesta, Lee Nok fue conducido al área principal del harem, donde conoció a los otros concubinos. El espacio estaba decorado con muebles elegantes, alfombras suaves y cortinas de seda que separaban los distintos espacios privados.
Al entrar, Lee Nok fue recibido con miradas curiosas y evaluadoras de los otros omegas. Algunos estaban sentados en cojines lujosos, mientras que otros estaban en medio de conversaciones animadas. Los murmullos y susurros se hicieron más fuertes al notar la llegada del nuevo concubino.
Uno de los concubinos, un omega de cabello oscuro y ojos agudos, se acercó con una sonrisa desdeñosa. Su nombre era Joon, y era conocido por su actitud dominante dentro del harem.
