23_Se essa estrada

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{...Estoy enamorado de ti y no sé cómo explicarlo...}

El pequeño herrero y el de las puntas ligeras estaban sentados en la orilla del lago hablando de cosas al azar, mirando el constelaciones en las estrellas hasta que el mayor preguntó.

- Kotetsu-kun, ¿por qué trajiste el muñeco aquí? Fue mucho trabajo hacer esto por nada - la otra persona no quería hablar sobre este tema, no quería enviar un mensaje indirecto de que se sentía inseguro en el potencial de la otra persona para defenderse por sí mismo.

Porque eso no era lo que sentía, de hecho solo quería ayudarlo y protegerlo con algo, aunque sabía que su ayuda y protección no eran necesarias.
Y aprovecho para mostrarle a Yoriichi, que era algo que quería hacer desde que lo arregló antes de enterarse de la "muerte" del pilar.

- Yo... solo estaba preocupado por que pasara algo imprevisto, quería ayudar - se sentía tan pequeño y perdido en medio de tantos acontecimientos, que tampoco sería un inútil.

Si pudiera, protegería a Tokito con uñas y dientes, aunque era consciente de que era infinitamente más capaz, más hábil y más fuerte que él. Era extraño lo que sentía, a pesar de que era más pequeño y más joven, tenía un fuerte espíritu de protección hacia los demás, como cuando se arriesgó a salvarlo en el cántaro de agua.

- Entiendo... Pero no hay que preocuparse por estas cosas - se tomó la libertad de acariciar la coronilla del otro, quien se sorprendió por el toque pero no le disgustó - mira, déjame mostrarte tú.

Sin entender exactamente lo que el oni quería mostrarle, el de ojos oscuros, aún sentado, se acercó a él cuando lo llamaron con un gesto con la mano. El observador comenzó a prestar atención a las manos de otros, que se juntaron en forma de concha de modo que salía un débil y escaso humo blanco.

-¡¿Qué demonios es esto?! - preguntó Kotetsu, asombrado y confundido al mismo tiempo, ¿qué era esa cosa que emanaba de las yemas de los dedos del cornudo?

- Yo lo llamo la niebla del olvido, quizás ya sepas que algunos oni pueden tener poderes sobrenaturales usando su arte de sangre demoníaca - explicó haciendo brillar los grandes ojos del humano.
Extendiendo su mano para tocar la niebla, fue detenido por el otro quien apenas vio su acción detuvo su truco.

- ¡No te acerques! Puede parecer hermoso, pero hace que los humanos olviden sus últimos recuerdos. Por eso lo hice en pequeña cantidad, pero si es necesario puedo liberarlo por todo el cuerpo si quiero -

Con esta información impresionó aún más al pequeño Kanamori, quien no pudo contenerse de soltar un "wou" admirando al ser que hacía cosas fantásticas frente a él.
De hecho, Muichiro era completamente independiente y capaz de defenderse usando su arte de sangre demoníaca, que excitaba al hombre enmascarado con tanta magia.

- ¡Vea eso! - queriendo lucirse e impresionar al herrero con algo hermoso, el demonio mete su mano en la parte poco profunda del lago, sacando una piedra del tamaño de su palma de la que goteaba agua.

-Es sólo una piedra.... ¿Qué tiene de interesante eso? - preguntó levantando las cejas mientras se acercaba. Buscando algo especial en ese objeto, incluso rozando con su brazo el de ojos claros involuntariamente.

- Bueno, nada hasta ahora.
sin embargo... - presionó la piedra contra sus palmas, haciendo que un tenue brillo emanara de ella, hasta hacerse cada vez más fuerte ante los grandes y asombrados ojos del ojioscuro. Quien quedó boquiabierto ante tanta belleza.

La piedra se volvió brillante, teniendo una luz verde azulada al igual que los hermosos cuernos de Tokito. Parecia até que alguma entidade mágica alada, como uma fada ou anjo, subiu até os altos céus apenas para colher aquela cintilante estrela luminosa, afim de exibir sua beleza para os pobres moradores da terra, e matar a curiosidade deles de saber como era uma estrela de cerca.

-¡¡Es bonito!! - comentó reprimiendo sus propias ganas de sostenerlo, mientras sus ojitos brillaban junto a la piedra que ahora era especial.

- Puedes sostenerlo, esto no tiene ningún efecto directo en los humanos. Son como orejas disfrazadas, donde puedo extenderlas por todo el bosque para que sirvan de advertencia, puedo escuchar todo lo que sucede alrededor de los objetos que marco - rápidamente deslumbrado, Kotetsu agarra el objeto brillante en sus manos, sintiendo su textura y viendo que No ha cambiado nada más que su apariencia.

- ¡¡Esto es increíble!! ¿Realmente puedes oír todo? - preguntó aún incrédulo ante lo que veía ante sus ojos.

- Sí, yo las llamo torres de vigilancia, por cierto hay una al norte de aquí que creo que una ardilla ha desenterrado... - suspiró profundamente - ...tengo que esconderlas mejor, ya que el brillo rompe su disfraz - explicó, haciendo que el otro se riera un poco ante la mención de la traviesa ardilla.

- Quédate con este, así podrás enviarme mensajes aunque estés en el pueblo. Simplemente no dejes que nadie lo vea - dijo sabiendo que era peligroso para los humanos estar con un objeto marcado por él, pero al verlo quitarse la máscara para mostrarle su gran sonrisa acompañada de unos ojos encantados por el presente, no podía regresar.
El de cabello largo admiraba a ese pequeño y hermoso ser frente a él, quería abrazarlo nuevamente, pero no tuvo el valor de preguntar. Se sentía como si el resto de la humanidad se hubiera disipado por completo, dejándolos a los dos solos por toda la eternidad en ese bosque.

El más pequeño, desviando su atención de la piedra que admiraba, levantó la mirada, estremeciéndose al encontrar los penetrantes y hermosos ojos del otro sobre él. Los ojos azul verdosos que mezclaban sus colores de forma tan natural y homogénea era una de las cosas que más amaba del otro, sintiendo que si no tenía el suficiente cuidado se sumergiría en ese fascinante mar y nunca saldría.
Fue hermoso.

Sintieron que sus respiraciones se mezclaban mientras se miraban sin decir una sola palabra, simplemente perdidos en su propio mundo de pensamientos y dudas. Lo que está pasando ninguno de ellos lo sabe y tal vez nunca lo sabrían, lo único que sus cabezas confundidas son capaces de razonar en este momento es que algo entre ellos cambió, pero al mismo tiempo todo parecía igual dentro de ellos, como si este sentimiento siempre estuvo ahí, pero dormido.
Y por fin ha llegado el momento de despertar.

- Tokito-sa... yo... - Intentó decir algo pero las palabras poco a poco se le escaparon, hasta que se puso de pie rojo y confundido, recogiendo su máscara y su linterna en el proceso - ...¡Me tengo que ir! !!
¡¡Hasta luego Tokito-san!! - gritó mientras le daba la espalda y corría hacia el pueblo, dejando solo atrás a su amigo.
Fue un momento extraño, no saben exactamente cuántos minutos estuvieron mirándose, ni por qué lo hicieron. Además, ambos rostros estaban rojos como si solo sus mentes no pudieran entender a diferencia de sus cuerpos.

Y ambos soltaron sonrisas tontas sin siquiera darse cuenta.

{....Este amor que sale de dentro mueve mis sentimientos, sólo sé amarte a ti}

(Nota: Tokito tiene cuatro poderes artísticos demoníacos, dos de los cuales ya conoces, que son la niebla del olvido y las torres de vigilancia

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(Nota: Tokito tiene cuatro poderes artísticos demoníacos, dos de los cuales ya conoces, que son la niebla del olvido y las torres de vigilancia.
{si tienes alguna pregunta sobre sus poderes, pregúntame ❤️}

El último demonio • ArmyotakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora