Y si Muichiro Tokito tuviera un destino diferente, ¿qué pasaría si pasara de cazador a oni en la pelea que debería llevarle a la muerte? Convirtiéndose así en el último demonio.
Durmiendo tranquilamente en su cama, el pequeño herrero aprovechó su cómoda cama para un sueño profundo, donde sólo se notaba el lento subir y bajar de su pecho junto con un hilo de saliva corriendo por la comisura de su boca entreabierta.
- ¿Chico Kotetsu? ¡¡Despertar!! ¡aumentar! ¡Hoy será un día animado y especial! ¡¡Nuestros invitados pronto llegarán aquí!! - dijo su figura paterna mientras entraba a la habitación, emocionado por levantar al pequeño.
- ¿Qué?... - preguntó el niño, un poco perdido y confundido, con tanta información llegando a la primera perezosa apertura de sus ojos, ¿por qué levantarse tan temprano si hoy no habrá trabajo?
- ¿Todavia durmiendo? ¡¿No estás emocionado?! ¡¡En cualquier momento llegará Tanjiro!! ¡Despertar! - dijo quitándole la manta al niño, quien al escuchar el nombre de su amigo se levantó ansioso, saltando de su cama torpemente y con el cabello despeinado.
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Un rato después, se encontraba en las puertas del pueblo junto a Kozo, con el pelo recogido y una máscara en el rostro cuando vio la pequeña caravana acercándose a pie, viendo claramente entre ellos a las dos únicas personas que conocían, Tanjiro y Nezuko. Kotetsu no podía esperar a que se acercaran para saludarlos, corriendo hacia ellos como un niño pequeño. Sonriendo y gritando el nombre de ambos con los brazos en alto, para que apenas se encontraran los abrazaran a ambos al mismo tiempo ya que también habían extrañado mucho al chico.
- ¡Kotetsu-kun! ¡Cómo creció jaja! ¡¡Tenía muchas ganas de volver a encontrarlo!! - dijo Tanjiro con su voz fuerte y feliz poco después de romper el abrazo, siendo seguido por su hermana, quien con el mismo entusiasmo comenzó a hablar mientras acariciaba la parte superior de la cabeza del menor.
- ¡Sí! Kotetsu-kun, ¡tenemos tantas cosas nuevas que contarte! - era muy parecida a Tanjiro, lo cual no se notaba tanto cuando no podía hablar. Pero más linda, lo que le recordaba un poco a Mitsuri.
- Querida Nezuko-chan, ¿quién es este que ya vino abrazándote sin el más mínimo respeto hacia la prometida ajena? - un chico rubio se acercó al feliz trío con un aura temerosa y asesina, sus ojos enfocados en el más joven enviando un escalofrío por su espalda.
-¿Zenitsu? ¿Estás hablando de Kotetsu-kun? - preguntó, inocente de los inminentes celos de su pareja.
- Kotetsu... Kotetsu-kun... - extendió su mano, aún con el aura amenazante rodeándolo, y el chico, aún con las manos temblorosas, fue a saludarlo.
- E... Es un placer conocerte.... - fue interrumpido por el ex-cazador, quien le susurró al oído de forma aterradora antes de soltarlo diciendo "Te estoy observando... Kotetsu-kun"
- ¡Oh! ¡¿Entonces este es el pequeño mocoso?! ¡Ja ja! ¡No me parece gran cosa, apuesto a que te romperé con mis manos detrás de la espalda!- dijo otro acercándose, levantándose la camisa de manera curiosa, este era extraño, llevaba una máscara de animal. que se parece a un jabalí.
