CAPITULO 78 UNA NUEVA HISTORIA POR ESCRIBIRSE

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La recepción la hicieron en un salom y donde tanto la familia de ella y la de el, y amigos comunes concurrieron.

Zully se acerco con Burack y la felicitaron, sus dos hermanas también la abrazaron felices, ya Zahida se le notaba su estado de gravidez y estaba sumamente feliz en la espera de la llegada de su hijo que era varón.

Vincent espero que estuviera acompañada de Ashraf y los felicito a los dos con un gran abrazo.

— Realmente soy feliz de saber que tú lo eres- le dijo

—Gracias Vincent, sabes que fuiste especial para mi, espero qu puedas encontrar el verdadero amor.

En ese momento aun el le seguía pareciendo que eso seria imposible, ella había sido y era su verdadero amor, pero también sabia que no podía cerrar su corazón a otra posibilidad. Dios pondría en su camino algún día a la persona que sanara por completo su corazón y que lo haría muy feliz. Por ahora ya había encontrado un amor muy especial, en Shainka, esa niña que le había robado su corazón. Por eso mañana mismo regresaría a África para iniciar todos los trámites legales para adoptarla.

Aimee junto con Claireth se acercaron a Hana

—Amiga, me asuste tanto cuando desapareciste y mírate ahora felizmente casada con este turquito que esta de muerte lenta- le expreso con una gran sonrisa y un largo suspiro su amiga Aimee.

—Si, no te voy a decir que todo fue fácil, solo te diré que valió la pena. aunque a veces derramemos muchas lagrimas, debamos sortear caminos de espinos, si el amor es verdadero permanece y trae finalmente la mayor felicidad a nuestro corazón.

—Es la primera vez que me siento feliz de no haber ejercido en tu caso como tu abogada, sin duda estaban ustedes destinados el uno para el otro- puntualizo Claireth, feliz porque su amiga descubriera ese amor tan maravilloso. Ella estaba acostumbrada a ejecutar tantos divorcios estaba feliz porque al menos en este caso el amor ganara.

Sherova felicito a Ashraf con un abrazo y un beso

—Felicitaciones, me siento muy feliz que tu ahora lo seas.

Ashraf le dio un dulce beso en la frente y el le aseguro:

—Sabes que siempre tendrás un lugar especial en mi casa, con mi familia mas ahora que eres oficialmente la madrina de la pequeña Sherova y por supuesto tienes un lugar especial en mi corazón.

—Tú también siempre tendrás un lugar en mi corazón, aunque me enamore de alguien mas, siempre recordare ese momento en que nuestras vidas se cruzaron y cambiaron para siempre.

—Tu me salvaste de la muerte- inquirió el con infinito agradecimiento.

— Y tú me diste una vida que valiera la pena vivirla. – indico ella- Por ti soy quien soy, tengo una carrera que amo, y encontré un lugar en tu familia, tengo amigos maravillosos como Murat y ahora Hana, me siento bendecida por Dios y amada por ti, aunque no sea de la forma que lo soñé.

Ashraf tomo su rostro entre sus manos, y la miro tiernamente para pedirle.

—Necesito que seas feliz, prométeme que los seras.

—Lo soy, cuando regrese a África adoptare una niña que me ha robado el corazón y no se, si el destino, Dios, tiene a alguien para mi, no me negare.

El se sintió tan feliz de oír eso, amaba mucho a Sherova y lo que mas deseaba es que encontrara el amor y fuera muy feliz

—Tiene que ser alguien muy especial, porque tu lo eres, te quiero, nunca lo olvides.- la abrazo y se despido por ahora de ella con un beso en la mejilla para ir a buscar a su esposa, quien había estado observando toda la escena, pero no sentía celos, finalmente estaba totalmente y absolutamente segura del amor de su esposo.

Ashraf fue a reunirse con Hana y Sherova le siguió con la mirada, sinceramente feliz por ellos, pero no podía sin embargo dejar de sentir tristeza y melancolía por un amor no correspondido.

Decidió irse sin que nadie lo supiera, había decidido ya regresar a África, porque ahora estaba más decidida que nunca a adoptar a la pequeña Shainka e iniciar una mueva etapa de su vida como madre.

Iba de salida por cuando alguien la llamo

—Espera- le dijo una voz masculina

Sherova se volteo para encontrarse son unos ojos azules tan iguales a los de Ashraf y con cierto aire que la confundió.

El dueño de esos ojos, era un hombre muy atractivo, de cabello castaño, piel blanca y muy guapo. Pero mas allá de lo físico había algo en su mirada, en el que le inspiraba un sentimiento diferente.

—Eres tú la Dra. Barbie de la que todos hablan, - pregunto con una sonrisa amplia y añadió- la que tiene un corazón mas grande que el cielo, y la sonrisa mas dulce que un panal completo con miel.

Sherova se extraño al oír eso, algunos pacientes de su hospital la llamaban así la Dra. Barbie, tomando en cuenta que era muy rubia y delgada. Pero solo su bella Shainka decía que ella tenía "un corazon más grande que el cielo, y la sonrisa más dulce que un panal completo con miel".

—¿Como me conoces?- pregunto

—Estuve en África, después que tú saliste y todos me dieron referencia tuyas, los niños te adoran, en el hospital los pacientes creen que eres un ángel, y mi bella Shainka cree que eres la mama que le pidió a Dios. – camino hasta ella y la observo con con admiración, ella era sin duda una mujer muy hermosa, pero la dulzura que había en sus ojos es lo que termino por hipnotizarlo- Que mas cualidades tienes Sherova Petrovic.

Ella también se quedo por un breve momento perdida en esos ojos, y pregunto

—Porque tienes los ojos azules tan parecidos a los de Ashraf

—Porque soy su hermano- respondió el, sabiendo que ella también amaba a Ashraf y como el ahora tenia el corazón roto, lo vio en esos ojos que escondía una tristeza y tuvo deseos de abrazarla, pero no lo haría o la asustaría o peor creería que era una especie de pervertido aprovechador

—Soy Vincent Macallister

—Ahora recuerdo, Murat te estaba buscando y me pidió que si llegaba a verte le avisara

—Pero el destino es raro, no nos permitió conocernos allá sino precisamente aquí, en la boda de mi hermano con el amor de mi vida y a ti te paso igual.

—Crees que eso tenga algún significado- pregunto ella

—Creo que la vida nos esta mostrando que debemos seguir adelante, dejar atrás lo que no pudo ser y abrir nuestro corazón a otras oportunidades.

—Yo creo que esto es solo una mera casualidad- apunto restandole importancia, porque las palabras y la mirada profunda de aquel hombre la habían afectado de una manera sorprendente - ahora debo irme.

El quiso ir de nuevo tras ella e impedir que se fuera, no lo entendía, pero sucedió lo que pensó que no volvería a ocurrir nunca mas, que so corazón volviera a latir por otra persona, por Sherova Petrovic, la madre de su futura hija.

Pero antes que el reaccionara ella ya se había marchado.

Una nueva historia estaba por escribirse


HANA, EL REGRESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora