HANA, EL REGRESO

CAPITULO 33 TRADICIONES

Esa noche Ashraf recibió una llamada que lo sobresalto. Era su padre informándole que Ayla estaba desaparecida, y enseguida supo donde buscarla.

Cuando iba saliendo se encontró con Hana, quien había estado en la cocina con los pormenores de la cena y al verlo con el ceño fruncido le pregunto

— ¿Que sucede Ashraf?

—Es Ayla, tuvo una discusión con mi padre al enterrarse que esta comprometida con Abdul y salio de la casa desde la tarde porque no ha regresado, no esta con tía Fátima, ni con tu hermana Shaina

—Pobre Ayla debe sentirse desolada, es el peor sentimiento saber que te obligan

—Ella esta pasando por lo que tú pasaste- indico sombrío, culpable.

—Pero las cosas cambiaron, te amo Ashraf pero necesito que salves a tu hermana de un destino cruel.

—Iré a buscarla-informo decidido a cuidar de su hermana y no permitir que ella fuese el precio de una tradición.

—Pero donde puede estar, ¿con Elif?-indico ella.

—Lo dudo –negó Ashraf- por alguna razón Ayla jamas a congeniado con ella, pero se donde si puede estar, solo en un lugar, con Murat.

Le dio un beso a su esposa y se fue en busca de su hermana.

En cuestión de minutos llego hasta el apartamento de su amigo Murat, completamente seguro que Ayla estaba ahí, sabia del cariño que los unía.

Murat no se inmuto al verlo, ya estaba por llamarlo, pero ya Ashraf había llegado y era el momento de hablar con el.

—¿Donde esta?- pregunto Ashraf en tono imperativo

—En mi cuarto- respondió el

—Como que en tu cuarto- grito el de pronto imaginando lo que no era.

Así que sin pensarlo fue directo al dormitorio y vio a su hermanita allí dormida en la cama de Murat y eso lo saco de sus cabales.

Llego a la sala y tomo por la solapas a su amigo reprochándole

—Que hace mi hermana en tu cama, ¿que le has hecho?.

Murat no se inmuto, sino que lo enfrento diciéndole

—Por Dios Ashraf crees que yo le haría algo a tu hermana

Ashraf recobro el juicio ante esas palabras, como podía dudar así de su amigo, el le tenia a Ayla un cariño de hermanos, siempre fue así.

Respiro profundo y se disculpo.

—Lo siento, me ofusque, pero porque no me has llamado, porque Ayla no acudió a mi.

Murat lo invito a sentarse para entonces tener una plática necesaria

—Si no acudió a ti es porque ella cree que tú le darás la razón a tu padre,

—Porque supone eso- pregunto sin comprender, su hermana y el siempre habían tenido una buena relación.

— Porque tú también obligaste a Hana a casarse contigo- revelo

Ashraf guardo silencio, acaso tenia como refutar aquella gran verdad. Ahora su hermana estaba en la misma posición que Hana estuvo hace años atrás y aunque quisiera justificarlo diciéndose que el la amaba, el fin no justifica los medios.

—Iba a llamarte – le informo Murat- pero solo estaba dándole tiempo a que se calmara, llego en un estado muy deplorable.

—Esperare a que despierte y me la llevare a casa, luego resolveré este asunto con mi padre.- concluyo