CAPITULO 68 EL ADIÓS DE UN AMOR

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Los sucesivos días Ashraf estuvo muy ocupado en reuniones, sin embargo saco tiempo en algunos momentos para compartir con Aysel, quien se había vuelto una compañía grata que lo hacia olvidar por momentos su situación.

En todos esos esos días no había llamado a Hana, quería darle su espacio, sin embargo se había comunicado con Sural para saber de Iskander, lo extrañaba mucho.

Termino por contarle a Aysel que no estaba pasando una buena situación matrimonial sin entrar en detalles pero dejando en claro que Hana era la mujer de su vida

Aysel lo entendía, no lo juzgaba y recibía apoyo moral.

Ashraf nunca imagino que alguien que amo tanto, y fue tan importante en su vida terminaría convirtiéndose en su mejor amiga.

Es que acaso así seria con Hana, un día podrían verse como solo amigos, por el bienestar de Iskander el seria ese padre viviendo en otra casa pero jamás seria un padre ausente, le brindaría todo su amor, protección y consejos.

Esa noche fueron con algunos amigos de trabajo a una Discoteca y el invito a Aysel.

Bailaron toda la noche, y disfrutaron cada uno de la compañía del otro y eso trajo recuerdos de todos los momentos que ellos habían vivido.

Pero Hana jamás lo perdonaría, tampoco el podría borrar el pasado, ese momento donde el por debilidad o lo que fuera se entrego a Vincent.

Su dolor fue tan grande y profundo que necesitaba mas que el licor para olvidar asi que cuando Aysel busco sus labios para besarlo, el no la rechazo y su cuerpo instintivamente reacciono. Eran muchos meses de abstinencia que llevaba, donde cada noche creía volverse loco, pero allí estaba ahora una mujer hermosa, especial que si lo amaba.

Profundizo ese beso y cuando Aysel le dijo al oído

—Vamos a otro lugar.

El no lo pensó dos veces, la tomo de la mano y juntos salieron de la discoteca.

Tan pronto entraron en la habitación ambos se empezaron a despojar de sus ropas con premura, con deseo desenfrenado.

Ella lo beso y el se dejo llevar por aquel beso, por aquellas caricias atrevidas que antes habían sido su debilidad, sin embargo lo hacia no porque amara aun a Aysel, sino porque necesitaba olvidar esa necesidad tan grande que tenia por Hana.

Saciar sus deseos

7 meses de una abstinencia auto impuesta, lo estaba volviendo loco. Nunca fue un monje y si no descargaba su libido terminaría por ir a buscar a Hana y entonces la obligaría a aceptar su amor y no debía ser asi, sabia que si no intentaba olvidarla aunque fuera en brazos de otra mujer el también perdido de nuevo en su cuerpo y esos ojos verdes que eran su perdición. Y cuando finalmente lo dejara, desearía morir a tener que vivir sin ella.

Pronto la ropa dejo de ser un impedimento para que piel contra piel se deleitaran en una pasión desenfrenada.

Solo cuando miro aquellos ojos grises que no eran los preciosos ojos verdes de su mujer, supo que no podría hacerlo, Ella no era su Hana, no era la mujer que amaba con todo su corazón.

Salio de improviso de la cama ante la sorpresa de Aysel.

—¿Que sucede amor?- le pregunto con aprehensión. Lo suponía pero como temía escuchar su respuesta, saber que el había dejado de amarla, no estaba preparada para eso, mientras estuvieron separados ella albergo esa esperanza que aun estando lejos uno del otros sus sentimientos permanecerían ligados por toda la eternidad,

Ashraf se sento en la cama buscando su ropa logro ponerse el pantalón y apenado por el dolor que sabia iba a causarle a Aysel le dijo:

—Lo siento Aysel esto ha sido un error.

—Ashraf... ella estaba a punto de llorar, avergonzada se cubrió con una sabana.

El se puso de pie y poniéndose su camisa le reitero

—Hoy no va a pasar nada más entre tu y yo, ni hoy ni después. Perdóname Aysel.

—Tu me amabas, nos amábamos eso no pudo haber cambiado- le señalo ella con sus ojos llenos de lagrimas

—Amo a mi esposa, amo a Hana- reconoció sintiéndose el pero hombre del mundo por ahora también lastimar a Aysel.

—La mujer que te engaño, por Dios Ashraf el hombre honorable, orgulloso, como te puedes permitir tocar a una mujer que se entrego a otro- le soltó llena ahora de rabia, con deseos de lastimarlo, de hacerlo al mismo entrar en razón.

Ashraf ahora le dirigió una mirada fría y puntualizo

—Y acaso tu no hiciste lo mismo, acaso tu no me dejaste para casarte con otro.

—Tu sabes porque lo hice, tu estabas comprometido con Sura, ibas a casarte con ella, era un acuerdo entre familias que no ibas a poder detener, y asi como yo también fui comprometida en matrimonio y tampoco podía hacer nada para evitarlo. Pero nunca deje de amarte.

Aysel rompió en llanto y Ashraf se acerco y la abrazo fuerte

—Perdóname Aysel, no quiero hacerte sufrir, pero no puedo cambiar lo que siento, amo a Hana pero a ti siempre te tendré en un lugar especial de mi corazón.

—Pero no habrá un "Ashraf y Aysel por siempre", una casa, un perro, tres hijos, una vida juntos.

—Eso es algo que yo nunca tendre, pero tu puedes darte la oportunidad con un hombre que si te ame sabiendo que yo seguía siendo esa sombra que te impedía creer que hay sueños que terminan y otros comienzan. Prometeme que lo intentaras.

Ella lo miro con dulzura, jamás podría odiar a Ashraf, el era demasiado bueno, correcto, especial y asintió.

—Tienes razón quizás debía pasar esto, debíamos encontrarnos para poder pasar la pagina y empezar una nueva historia.

El le sonrió feliz por ella y ella también le correspondió con esa sonrisa que era su debilidad. Sabía que de ahora en adelante serian amigos para toda la vida.

—Y tu también debes pasar la pagina- le aconsejo ella.

Ya había pasado una semana desde que Ashraf se fuera de viaje, y no había dado señales de vida y esto mortifico a Hana.

Estaba evitándola, ignorándola, quizás el ya había decidió ponerle punto final a su relación.

Lo que si jamas espero fue encontrarse con aquella nota en una de las revistas de espectáculos que Zully le trajo para que se entretuviera los días que estaba en casa sin poder aun reintegrase a su trabajo. Del que por ahora no quería saber, pues su bebe ocupaba ahora todo su tiempo y su espacio.

Hojeaba la revista con desinterés cuando una foto llamo la atención y el encabezado de la noticia. "Romance a puertas"

En esa foto estaba Ashraf, en una discoteca y acompañado de una mujer joven y hermosa y procedió a leer la nota.

"Al conocido empresario Ashraf Rahamm se le ha visto últimamente en Ankara acompañado de una hermosa y misteriosa mujer y de fuentes fidedignas nos hemos enterado que es Aysel Cemre, la cual esta en proceso de divorcio mientras que el empresario esta casado con Hana Calikan. Aunque claro eso no es impedimentos para que estos dos se prodiguen la mutua atracción que sienten el uno por el otro".

A esto siguió una foto de Ashraf y Aysel besándose y cada vez mas el corazón de Hana se rompía en pedacitos.

"Nos preguntamos que pensara la esposa de todo esto"

Y continuaba diciendo:

En el dia de ayer se le vio en un Centro Comercial almorzando y en la noche en una popular discoteca del centro y luego entrar a la la suite de el.

También estaba la foto de ellos entrando agarrados de la mano y con la mirada del uno perdido en la del otro. Hana conocía a Ashraf y lo que vio en esa mirada fue deseo puro.

Claro, acaso había pensado ella, que en todos estos meses el le había sido fiel.

Termino destrozando la revista y llorando amargamente por este definitivo

"Adiós a un amor".

HANA, EL REGRESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora