HANA, EL REGRESO

CAPITULO 13 DE REGRESO A MIS RAICES

Dos semanas después Ashraf le comunico a Hana que viajarían a Bursa y ella no cabía en felicidad.

Mientras preparaba emocionada las maletas para su viaje Hana reflexionaba sobre que en este tiempo Ashraf siguió comportándose como un caballero, en el sentido que no intentaba tener relaciones con ella, trabajaba mucho y casi no lo veía sino hasta entrada la noche y eso la inquieto, acaso Ashraf tenia una amante recordando que su madre había dicho que Ashraf debía estar quemándose.

Sin embargo desecho esa idea porque estaban viviendo tiempos de paz y Ashraf estaba comportándose como el perfecto esposo, dulce, detallista, la hacia reír y antes de dormir en esos días que llegaba temprano, solían ver alguna película juntos o hablar hasta entrada la madrugada.

No sabia en que punto estaba su relación, aun no eran esposos en el estricto sentido de la palabra pues no habían consumado el acto

Amigos, pero lo amigos no se deseaban, los amigos no tenían sentimientos románticos.

En fin, pensaría en eso después, ahora solo se sentía feliz de volver a su natal Bursa y prepararse para ver a su amado padre.

Aunque pensar en el encuentro con su padre le producía un sinsabor amargo porque aun no sabia como reaccionaria frente a el, le costaba perdonar al hombre que se supone debía protegerla y amarla.

Viajaron en primera clase y en un abrir y cerrar de ojos estaba en Bursa

Su corazón volvió a saltar de felicidad cuando terminaban de chequear sus maletas, luego llego el chofer enviado por el padre de Ashraf que los llevaría a casa donde se hospedarían.

—¿A donde vamos?- Le pregunto en el camino

—A mi casa, nuestra casa, donde pasamos nuestra primera noche de bodas

Ashraf noto como la mirada de ella se ensombreció, quizás al recordar las circunstancias anteriores.

Al bajar del auto y detenerse por un instante ante la imponente mansión, el toma su mano y apretándola con firmeza le dice:

—Prometo borrar todos tus malos recuerdos y sustituirlos por nuevos recuerdos que te roben siempre una sonrisa.

¿Estaba Rahamm reconociendo sus errores?, si era así, ese podía ser el primer paso para que ella pudiera creer que realmente estaba pasando lo que tanto anhelaba, que Ashraf cambiara en muchos aspectos y se convirtiera en una mejor persona por ella y para ella

Hana asintió y de la mano de Ashraf entraron en la mansión con una renovada esperanza en su corazón.

Fueron recibidos por Sureya la ama de llaves y dos de sus criadas que tenían una gran sonrisa en sus rostros y al unisonó el dieron la bienvenida.

—Como se llaman-pregunto amablemente Hana.

Sureya se presento a si misma y luego a Ece, Meriam.

Tras las presentaciones Sureya ordeno a Ece llevara sus maletas y a Meriam le acompañara a su habitación.

—Gracias Meriam pero se donde esta mi habitación

—Bueno señora en caso me necesite me llama, ya le prepare un baño de rosas

—Gracias Meriam, Ece y Sureya.

Las mujeres correspondieron con una venia de cabeza y se retiraron.

Ahora se volvió a Ashraf quien no disimulaba su alegría de tenerla allí y de asumir rápidamente el rol de señora de la casa.

—Son todas las empleadas o hay más

—Están 2 las cocineras, el jardinero, 2 choferes uno para ti y para mí.