Me separo de Asher cuando vuelvo a ser consciente.
—Iris...
—No.
Vuelvo a darme la vuelta para estar de espaldas a él.
—Vete.
—Iris, de verdad lo sien-
—¡Te dije que te fueras, mierda! —lo interrumpo, a gritos.
Oigo un suspiro por parte de él, y lo próximo es la puerta cerrarse.
Tapo mi rostro con mis manos, frustrada.
En eso, la puerta vuelve a abrirse.
—¡Joder, no son capaces de dejarme ni un solo momento en paz! —me quejo y me doy la vuelta.
Un jadeo sale de mis labios al ver que es Sky quien entra por la puerta.
Sky, con una intravenosa en su mano y con un suero a su lado.
Su rostro se ve pálido y cansado. Lleva ojeras bajo los ojos y los labios entrecortados. Sostiene disimuladamente su abdomen con su mano libre.
Me quedo observándolo por unos segundos, asombrada por lo que estoy viendo...
En el poco tiempo que lo conozco me he dado cuenta que Sky es de esos hombres que nunca se muestran débiles frente a nadie, que siempre ocultan sus sentimientos para no salir heridos.
Pero esa no es la imagen que tengo ahora mismo, no es nada parecida al Sky de siempre.
Aún así, decido seguir con mi barrera.
—¿Qué mierda haces aquí?
Él no responde.
—Busca algo mejor que hacer y lárgate.
Él se queda en su lugar con el semblante serio, demasiado serio.
Si bien, su rostro es serio, no es la misma seriedad de siempre. Hoy es seriedad con tristeza y debilidad.
Me observa fijamente desde la puerta como un nene pequeño.
Segundos después, suelta un quejido y vuelve a llevar la mano a su abdomen. Aún así, no despega su mirada de mí.
Me da demasiada tristeza ver cómo lleva su manito hacia su abdomen como si eso fuera a calmar su dolor...
¿Quién sería capaz de hacerle algo como eso?
Estoy por preguntarle si se encuentra bien, cuando de pronto, los gritos de días atrás resuenan en mi cabeza, atormentándome.
Intento apretar mis puños pero es en vano por las vendas de mis manos.
—No puedo creer que estés aquí luego de todo lo que me dijiste —comento mirándolo con asco—. Me has dejado muy en claro que no me querías ver nunca más en tu puta vida, entonces, ¿qué rayos haces aquí?
—Todo lo que dije... Iris, yo no... —comienza, con la voz realmente apagada.
—Ni siquiera sabes cómo justificarte —chisto mi lengua, con decepción—. Olvídalo, Sky. Vete, no me hables, no me mires ni me escuches, a fin de cuentas, es lo que siempre has querido. Sigue con tu indiferencia y lárgate de uns vez.
Su súplica es notable en la mirada que me da. Sin embargo, es él quien quiso que las cosas fueran así.
—Te dije que te fueras, Sky —ordeno.
Una emoción que no logro reconocer comienzo a sentir en mi pecho cuando su rostro se entristece más que antes.
Se queda parado en la puerta, aún mirándome.
Luego de unos segundos observándome, hace lo que jamás imaginaría que haría.

أنت تقرأ
Alas de fuego
عاطفيةEscucho pasos detrás de mí y corro como nunca. -¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen. -Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme... -¡No! Yo per...