FANTASÍAS

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Mientras ambos atravesaban el exuberante y verde bosque donde los árboles antiguos se alzaban de manera majestuosa hacia el cielo, entre la densa vegetación se lograba escuchar el murmullo constante de una cascada que se precipitaba cuesta abajo con gracia y poder. El agua caía formando rápidos y pozas cristalinas que alimentaban a un extenso río de aguas claras y reflejos plateados.
El aroma a tierra mojada fue lo primero que su nariz detectó, aspiro profundo tratando de extender aquel aroma a las profundidades de su ser. Un leve rocío refresco su rostro, sus ojos se abrieron y a su vez en ellos se reflejó un paisaje de serenidad y belleza natural, donde el sonido del agua y bosque se entrelazaban en una perfecta armonía.

- ¡Ten cuidado donde pisas! - le gritó Nichole mientras descendía de manera cuidadosa y lenta -Últimamente el cauce de la cascada creció , por eso esta resbalosa la tierra y las rocas - explicó - De cualquier forma si te llegas a caer creo que puedo atraparte. No estamos a una altura muy peligrosa -

El rubio asintió siendo cuidadoso con cada paso que daba tratando de sentir el terreno de manera que fuese un trayecto seguro. Ya estando cuesta abajo pudo apreciar en el agua aquellos peces que nadaban en la corriente tranquila del Río.

Nichole se encontraba a la orilla del Río, concentrada en su tarea. Con meticulosidad en sus manos sostuvo un largo y delgado palo de madera afilado en uno de sus extremos, parecido a una lanza. Sus ojos brillaban con determinación mientras observaba las aguas cristalinas en busca de movimiento dentro de ellas.
Sus manos hábiles se ajustaban a la posición del palo con cuidado, preparándose para lanzarlo con precisión. Cada gesto revelaba una mezcla de paciencia y anticipación, casi como si estuviera conectada íntimamente con el entorno natural que le rodeaba.

A medida que el sol se filtraba entre las hojas de los árboles cercanos, se iluminaba su rostro sereno pero concentrado. Sus labios se curveaban en una ligera y casi imperceptible sonrisa de satisfacción cada vez que ajustaba su postura o percibía una leve vibración en el agua. De un momento a otro clavo el filo dentro del cuerpo escurridizo de aquel pez, uno a uno caían ante sus ágiles movimientos logrando atravesarlos con su arma.

- Bien, debemos irnos - dijo ella terminando su demostración y colocando aquellos seres inertes dentro de un canasto que traía consigo. El rubio quedó impresionado por las habilidades de la chica, recordaba cuando él hizo exactamente lo mismo y como le había costado aquello, mientras que ella en un abrir y cerrar de ojos había logrado su cometido -¿Qué?- preguntó ella analizando los gestos de sorpresa en el rostro contrario.

-¡Gha! Eres muy rápida - le halagó

Nichole esbozó una sonrisa acompañada de una carcajada, simplemente se limitó a agradecer por el cumplido mientras ambos subían la montaña y tenían una que otra conversación.

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Mientras tanto dos jovenes descendían con entusiasmo por el sendero empinado de la montaña, rodeados por la frescura del aire de día y el murmullo de la naturaleza aún despierta. Cada paso hacia abajo los acercaba más al río que serpenteaba suavemente el valle, reflejando los destellos naranjas entre los árboles frondosos.

Llegando a la orilla del río, donde la corriente cristalina murmuraba melodías suaves y acariciaba levemente las piedras desgastadas por el tiempo. Ambos amigos encontraron un lugar bajo la sombra de un árbol anciano y se sentaron debajo de este. Sus rostros agotados reflejaban los estragos de aquella aventura que compartían muy a pesar, ninguno de ellos se animaba a hablar.

El ambiente se llenaba con el sonido del agua corriendo y el canto de los pájaros que revolotean cerca de ellos. El aroma fresco del bosque se mezclaba con el perfume de las flores silvestres que crecían cerca de la ribera.
Ambos se sumergían en la serenidad del momento, observando como el río seguía su curso sin prisa, llevando consigo pequeñas historias de la montaña y la vida que lo rodeaba.

DONDE NACEN LOS CEREZOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora