Addicted [l.r.h.] #1

26. Volver a reír

CAPÍTULO 26:

26. Volver a reír

—Entonces —Luke volvió a hablar cuando llegaron al frente del apartamento de Calum—, ¿qué es lo que vamos a hacer?

—Tendría que ver por dónde empezar primero, tengo que ver si su gente sigue con los mismos sitios o si también se fueron —Dylan respondió con confianza—. De todas formas, no puedo asegurarte nada. Los de Tucker siempre anduvieron por los mismos sitios pero después de lo de los lobos todo puede cambiar.

Dylan suspiró y miró a su compañero, él estaba prestando atención por lo que también la estaba mirando.

—¿Y eso que tiene que ver? —Luke preguntó confundido.

—Explicarte eso implica contarte sobre cosas que no te interesan y cosas de las que no pienso hablar.

—¿Y sigues de su lado? —él pregunta sorprendido— Después de lo que dijiste pensé que lo habías dejado atrás.

—Uno no puede dejar atrás esa clase de cosas, Luke. —ella se apoyó contra el asiento del coche— Una vez que encuentras quien eres no puedes renunciar a tu papel.

Luke se tensó.

—¿Estás diciendo que todavía estás con ellos? —él preguntó en voz baja y ella sonrió mirando al frente.

—No —repone—, estoy por mi cuenta. Pero eso no quiere decir que sea otra persona.

—Entonces no entiendo por qué sigues defendiéndolos. —a Luke le parecía irónico. Sabía que ella era una persona complicada, pero parecía serlo más de lo que pensaba.

—Los perros callejeros somos fieles. —ella vuelve a mirarlo— Un cachorro nunca se olvida de sus hermanos cuando es arrebatado de su hogar.

—Como digas. —él le restó importancia— ¿Qué es lo que piensas hacer para llegar a ese tipo?

—Fiestas. —ella sonrió ampliamente y Luke estaba todavía más confundido.

—¿Qué?

—Tú y yo iremos a algunas fiestas, así es como vamos a encontrar gente. —Dylan explica mientras a Luke no le cuadró mucho la idea.

—¿Lo dices en serio?

—¿En serio te parece que estoy bromeando contigo? —ella responde seriamente.

—Es que pensé que iba a ser más difícil —se encoge de hombros—. Pensé que me ibas a llevar a un búnker o algún barrio de mala fama.

Dylan rió y Luke enarcó una ceja.

—No voy a llevarte a ningún búnker, estaríamos en serios problemas si lo hacemos. Aunque no te creas que vamos a ir a un hotel cinco estrellas con ropa elegante a pasarla bien.

—¿A dónde piensas ir? —él tenía curiosidad pero también tenía un poco de miedo. Toda esta situación era difícil para él pero ya no quería que la vida de su mejor amigo se siga cayendo a pedazos.

—Primero iremos a Madison. —ella dice con confianza— Tucker tiene un par de clubs allí, es el lugar más accesible para conseguir drogas.

—¿Conoces aquellos lugares?

—Sí, te recomiendo que vayas con ropa común y que te deshagas de este auto porque no te va a ir muy bien. —Dylan lo mira con una media sonrisa y Luke volvió a suspirar.

—¿Qué sería ropa común?

—Nada de ropa de marca, es mejor si te pareces a un vago.

—¿Qué hay de malo en la forma de vestir? —pregunta él algo molesto.