46. Infiltrados

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CAPÍTULO 46:

46. Infiltrados

—Y bien —Luke mencionó después de un suspiro durante el silencioso viaje—, ¿qué se supone que vamos a hacer ahí?

—Ya te voy a decir que hacer cuando estemos allí, todavía no lo tengo muy claro. —Dylan respondió con la vista al frente y tono serio.

—¿Qué es eso de que no la tienes clara? —Luke preguntó confundido, por un momento sintió arrepentirse de salir con ella.

—Yo ya arreglé con alguien que me va a decir que hacer, en donde estar y con quién —ella respondió de inmediato—, lo que sí, esta vez tienes que hacer lo que te diga y nada más, ¿de acuerdo?

Dylan finalmente le clavó la mirada esperando a que Luke aceptara su orden.

—De acuerdo. —Luke asiente algo desconfiado— ¿Es por lo que pasó la última vez?

—Lo que pasó la última vez fue una tontería, esta vez vamos a una de las sedes de Tucker. —la chica de ojos grises endureció la voz— Hay que pasar desapercibidos, se supone que los autorizados por él pueden entrar y yo arreglé con alguien para que nos dejaran entrar.

El rubio suspiró y comenzó a sentirse algo incómodo, se sentía presionado y no le agradaba aquella sensación.

—¿Es normal sentirse nervioso? —Luke preguntó sin pensar. Dylan sonrió y siguió mirando al frente.

—¿Nervioso? —ella mantuvo la sonrisa— La primera vez estuve aterrada.

—¿Y así intensas calmarme? —él respondió mientras su corazón latía fuerte. Nunca se había sentido tan nervioso en su vida y como si fuera broma, Dylan seguía sonriendo.

—Lo harás bien, no te preocupes. —ella posó su mano sobre el hombro tratando de ser compasiva.

—No eres nada buena con los consuelos. —Luke dijo todavía nervioso y Dylan lanzó una carcajada.

—Lo siento, por lo menos lo intento. —Dylan se encogió de hombros y mantuvo sus ojos en la ventanilla.

—Gracias por eso —Luke aprieta sus manos contra el volante—, supongo.

—No hay de qué. —ella responde con media sonrisa tomándole el pelo y de repente ve algo que le llama la atención — Luke, métete por esta cuadra a la derecha y estaciona el coche en aquel viejo estacionamiento.

Luke no dice más nada y se dirige hacia dónde Dylan le había indicado. Él nunca se había metido en un lugar como ese, el barrio no parecía para nada seguro y sus nervios aumentaron.

Una vez que entraron al estacionamiento, una persona con gorra y pañuelo en la cara que les indicó hacia dónde ir. Luke siguió su camino y una vez que el desconocido indicó dónde estacionar, los dos bajaron del auto. El rubio se quedó parado en su lugar mientras observaba como Dylan iba a saludar al chico que no lograba identificar, le dio un abrazo algo largo, como si fueran amigos que hacía mucho tiempo que no se veían y pudo ver que le decía algo mientras la rubia asentía. Los dos se despidieron con otro abrazo y Dylan le indicó con la cabeza a Luke que la siguiera y eso fue lo que hizo. Una vez que habían salido del estacionamiento, Luke se animó a preguntar.

—¿Quién era ese tipo?

—Un viejo colega. —ella respondió sin más— Tenemos que caminar seis cuadras para llegar a dónde tenemos que ir.

—¿Por qué tanto? —Luke preguntó algo exaltado— Son casi las dos de la mañana.

—Solo son seis cuadras. —ella se justifica— Además ya te dije que hay que hacer lo que te diga y esto es lo que tenemos que hacer.

Addicted [l.r.h.] #1Where stories live. Discover now