74. El mismo destino

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CAPÍTULO 74:

74. El mismo destino

Dylan tardó en responder el beso, él insistió y finalmente cedió. Abrió los ojos y con ambas manos apretó las muñecas de Jordan y mordió su labio inferior con fuerza. Jordan se separó de ella y Dylan aprovechó el momento para alejarlo empujando sus brazos.

Él se llevó la mano derecha a la boca y al retirarla se vio los dedos, estaba sangrando. Dylan mordió despacio su labio inferior saboreando la sangre de Jordan dentro de su boca. Él rió por lo bajo.

—No me esperaba eso de ti. —dice Jordan volviendo a llevar su mano a la boca.

—Puede que no sea lo único que no te esperes. —Dylan se alejó de la pared. Ya no lloraba, tenía que ser fuerte, había dado el primer paso, ya era hora de poner las cosas en su lugar, de hacer valer su palabra— Dijiste que venías a hablar, entonces habla.

Repuso con firmeza. Jordan la miró a los ojos y retiró la mano nuevamente y pasó su lengua por el interior del labio.

—Bueno, antes que nada me gustaría contarte qué estuve haciendo todo este tiempo. —él se cruzó de brazos y se apoyó contra uno de los muebles.

—¿Y por qué me interesa? —ella también se cruzó de brazos y encogió de hombros— Se suponía que yo no estaba en tus planes.

—Suponías mal. —interrumpió— Siempre estuviste dentro y por más de que no quieras admitirlo, sigues en la misma.

—Si yo sigo siendo una de las tuyas entonces me tendrías que haber llevado donde sea que fuiste. —Dylan intensificó la voz— Hubieras evitado la muerte de Nessa y tendría que haber desaparecido como tú y todos los demás.

Dylan sentía como la bronca la consumía, esta vez tenía que dejar de lado la parte de ella que todavía sentía algo por Jordan, había recordado que ya no hay lugar disponible para él.

—¿Qué diablos fue eso de dejarme a salvo? —ella ironizó— Si querías dejarme a salvo no tendrías que haber vuelto, lo único que haces es traerme problemas, eres un problema y me costó mucho tiempo darme cuenta de eso.

—Que tú hables de problemas es algo irónico, ¿no crees? —él intensificó su mirada— Estamos destinados a hacer problemas, somos problemáticos por naturaleza.

—Por lo menos trato de ir en contra de ello. —respondió— Estoy harta, ya no quiero cargar con un arma entre mis pantalones, ya no quiero sentir que cada vez que me voy a dormir tengo que agradecer que estoy viva, apenas tengo dieciocho.

—Fue tu decisión estar conmigo. —estaba serio, completamente seguro de lo que decía— Pudiste haberte alejado de mí, en realidad, tú fuiste la que me buscó.

—Claro, porque lo primero que piensa una chica de catorce años es que el único chico que se acercó a ella era un maldito traficante de drogas. —lanzó irónicamente enfatizando sus palabras— Cuando te dignaste a decírmelo estaba lo bastante involucrada contigo como para dejarte ir.

—Nunca pensé que me iba a pasar algo así contigo. —él respondió con seriedad, estaban comenzando otra discusión.

—¿Y entonces qué diablos pretendías hacer conmigo? —Dylan levantó la voz— Por Dios, Jordan, ¡tenía catorce años! ¿Qué querías? ¿Desvirgarme y dejarme tirada por ahí?

—¿Cómo diablos se te puede cruzar algo así por la cabeza? —él levantó la voz haciéndole frente— Si no tuviera interés en ti ni siquiera me hubiera acercado.

Addicted [l.r.h.] #1Where stories live. Discover now