//La esencia añorada//

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Graig ♣.

-¿Qué quieres?.

El sonido del móvil había interrumpido mi sueño de medio día, arroje irritado el celular al ver quien era, sobre los jeans sucios, camisetas y sudaderas dejando que el sonido se ahogara con la tela.
Cogí mi almohada poniéndola sobre mi cabeza.
En este momento mi ánimo era un asco, el insomnio no me venía bien, no recordaba en que hora de la madrugada me había quedado dormido, solo recordaba que había sido casi al amanecer

No me moleste en mirar el reloj ya que mi madre siempre se iba a las 2 pm a su club de libros o algo así y tras la tranquilidad que se sentía y oía podría apostar que ella ya se había ido.
El celular dejo de sonar, mejor, no le iba a contestar, no quería escuchar nada y menos su voz.

-¡¿Qué carajo quieres?!.

Le grite al celular arrojandole mi almohada deseando que Tweek lo pudiera oír y sentir.

Me puse de pie arrojando las sábanas de mi cuerpo, solo podía ver por el brilló de la pantalla.
Por la falta de luz me di un golpe en el pie con un libro que estaba tirado.
Lo cogí y bote sobre mi cama al recordar que me lo había prestado Token hace unos... seguro ya se le había olvidado que yo lo tenia.

Cuando cogí el teléfono decidido a contestar la porquería dejo de hacer ruido.
Me había parado por nada.

-Tch.

Espere a que volviera a marcar pero Tweek ya no lo hizo, si yo realmente quisiera hablar con él lo abría ido a buscar, no sólo lo hubiera buscado por una llamada.

Me acosté nuevamente, el dolor en mi cabeza era insoportable en ese momento, era lo malo de pensar gran parte de la noche ya que cuando lo hacía mis emociones se manifestaban por completo.

Alze la cabeza al escuchar el timbre sonar, decidí ignorarlo, seguramente era una tonta niña vendiendo galletas o cualquier otra cosa.

El timbre siguió insistiendo.
Tras haberlo ignorado un minuto, me pare sin antes encender la lámpara que estaba en mi mesa de noche para evita otro golpe en el pie.

-¡Mamá tocan la puerta!.

Tenia la esperanza de que mi madre estuviera en casa y atendiera la puerta y así pudiera evitar salir de mi habitación, pero para mi desgracia no fue así.
Baje las escalera, posiblemente aprovecharía el día bajando los cuadros que colgaban en la pared, odiaba que la gente pensara que las visitas algún día diría.

-"Hey que bonita casa, ¿oye esos son tus hijos?.
Tengo tiempo de sobra, cuéntame que hacían el día que tomaron esa foto."

Nadie hacia eso.

Cuando abrí la puerta el tiempo se detuvo, mi tiempo solamente.

-Hola.

Tweek sonrió al mirarme y saludo con su mano, pero en seguida sus mejillas se tornaron a rojo cuando sus ojos me miraron de arriba a abajo.

Me mire igualmente, junte las cejas al mirar que sólo tenía puesto los boxers.

-Hola.

Para mi suerte soné muy natural, abrí la puerta invitando a pasar a Tweek, el acepto con la cabeza apretando el tirante de su mochila con ambas manos, parecía asustado, su tic apareció en su ojo y los movimientos en su cabeza también. Sonreí al mirarlo, todo el enojo, todo el dolor de cabeza desapareció al ver a Tweek pararse junto a mi mientras se sacaba la sudadera quedando con su habitual camisa verde mal abrochada, me encantaba mirarlo tanto que ya hasta sabía cuales eran los botones que abrochaba y cuales no, aunque aveces no seguia la rutina y abrochaba otros que no eran.
Me gustaba que pasará eso ya que me acercaba a él con el pretexto de "Tweek, esto no va así" y abrochaba cada botón en su lugar.

Tiembla por mí (Craig & Tweek).Where stories live. Discover now