Capítulo 2

3.8K 425 22
                                    

Nota: Modifique el nombre del protagonista. "Justin" y las narrativas se intercalaran, un capitulo narrado por Kay y otro por él. 

________________________________________

~Justin~


― ¡Por favor! ―Suplico mirándome de ese modo que me podía. ¡Joder! La idea no me gustaba demasiado. Primero, porque se vería un poco sospechoso ser elegido; segundo, no quería estar bajo las órdenes de una niñita caprichosa como lo era la tal Kay.

―No creo que sea buena idea ―Dije sin mucha convicción, resignándome a que se saliera con la suya. Sofía y yo teníamos casi 6 meses saliendo. Ella era una mujer en toda la extensión de la palabra, algunos años mayor, pero jodidamente sexy.

―Nadie sabe lo nuestro, Justin ―La mire fijamente. Por supuesto que nadie lo sabría. Ella era mi jefa y yo solo un músico amateur en su agencia de música. No había podido evitar enrollarme con ella, pero eso no significaba que me gustaba la idea de ser favorecido por ella, no era la razón por la que me gustaba y no era mi estilo― Es tu oportunidad ―Lo sabía, pero tenía mis reservas...

―Sofía...

―Justin ―Dijo rodeándome el dorso― Todo irá bien, confía en mi ―Fruncí el ceño, recordando la razón por la que no había clasificado en la primera ronda de selección de los músicos. Debido a los rumores de sus amoríos con los músicos, Sofía comenzó a tener dudas respecto a esa chica y la idea de que tuviéramos que estar juntos de gira dos meses. Y aunque ella afirmaba que podía hacerlo, sabía que solo lo decía de boca hacia afuera. Así que, al final falle en un par de notas y Del fue elegido.

¡Ese idiota! ¿Por qué rayos se largó?

―Pero...

―Confió en ti ―Aseguro besándome suavemente. Le pase la mano por la espalda, deteniéndome en su parte baja.

Teniéndola a ella, ¿qué podría querer con Kay? Por muy "voz angelical" que pudiera ser, no me interesaba.

―De acuerdo ―Sonreí levantando su vestido.

***

Kay era bonita, tenía que admitirlo, pero no era nada del otro mundo. Además de su disponibilidad, también corrían rumores de su prepotencia y altanería, cosa que desde luego no pensaba soportar. Para mí no era la estrellita, solo una niña malcriada.

Pero menuda sorpresa me lleve en el primer encuentro. Ella no intervino en absoluto, escucho atenta y sonrió cuando noto que seguía las notas de su canción principal. Era un álbum corto de 10 melodías y algunos covers del tipo Kelly Clarkson, Avril Lavigne y Marina. Algo que resultaba sencillo de interpretar.

A pesar de ello, mantuve la mínima interacción con ella, sobre todo porque Sofía siempre estaba presente. Lo bueno era que no tenía dudas. Desde luego que no quería ligar con ella. No era mi tipo, parecía la típica niña fresa jugando a ser una roquera. Aunque debía reconocer que cantaba bastante bien y que tocar la guitara se le daba de maravilla. Algo digno de aplaudir. Pero aun así, tenía deficiencias, las cuales esa tarde el productor le hizo notar.

―Estas fallando en el tema principal. No has practicado lo suficiente ―Peter era un tipo crudo y bastante malgeniado. Note como su rostro se pintó de rojo, pero contrario a lo esperado, no replico, se limitó a escuchar y asintió tranquila.

―Es todo por hoy ―Dijo Sofía y todos guardamos el equipo. Después de que los altos mandos se marcharan, todos salimos, menos ella. Quien parecía jugar con su móvil en una parte alejada.

Debido a la rapidez con la que salí, olvide mis auriculares. Así que volví un rato más tarde. Pero al entrar al estudio, ella estaba ahí, practicando la misma canción donde había fallado. Solo que ahora saltaba, intentando mantener el aliento. Kay era menuda, de piel blanca que contrastaba con su abundante melena negra. Ver su rostro sonrojado y bañado en sudor me provoco una sonrisa involuntaria. ¡Mierda! ¿Qué estoy haciendo? Me reprendí mentalmente y di media vuelta. Ya conseguiría unos nuevos audífonos, eso era preferible.

***

― ¿Todo bien? ―Inquirió a través de la bocina. Desde luego que no podíamos vernos esos días o levantaríamos sospechas, así que solo nos comunicábamos por el móvil. Escupí los restos de pasta dental y me limpie la boca con una pequeña toalla.

―Si ―Respondí con tranquilidad.

― ¿Tienes todo? No te desveles, su avión sale a primera hora ―Sofía y sus preocupaciones. Eso quizás era lo único malo de que fuera mayor o era a lo que yo atribuía su extremada preocupación y que en ocasiones me tratara como a un niño pequeño.

―Si ―Respondí con un suspiro cansado, sin pensarlo. Ni siquiera mi madre me hacia esos recordatorios. ¡Joder!

― ¿Cansado? ―Me alivio saber que había tomado de esa forma mi reacción y no como en realidad era.

―Un poco.

―Entonces a la cama ―Sonreí y sacudí la cabeza mientras entraba a la recamara.

―Sí, señora ―Dije imitando a un soldado.

― ¡Tonto! ―La escuche reír― Descansa, te quiero y te mando un beso ―Ahí estaba la romántica. Esa mujer que ocultaba detrás de ese aspecto duro que mostraba ante los demás. Esa era otra de las cosas que me gustaba de ella.

―Yo también, descansa ―Oprimí colgar y de nuevo entre al baño, pero un par de golpes en la puerta me hicieron devolverme. ¿Quién podría ser a esta hora? Extrañado y sin reparar en mi aspecto, me dirigí a la puerta y la abrí. Ahí estaba ella. Kay. ¿Qué rayos hacía en la puerta de mi habitación a esa hora? Serian poco más de las 11 y la mayoría estaría en sus habitaciones. La mire con recelo, no quería problemas― ¿Si?

―Esto... ―Sus mejillas se encendieron, justo como las había visto cuando entre en el estudio― Yo... bueno... ―Balbuceo incomoda desviando la mirada de mi pecho desnudo. Había olvidado que no llevaba nada en la parte superior y que tenía el botón de los pantalones desabrochado. Sin embargo, su reacción me pareció un poco exagerada. ¿Nunca había visto a un hombre así?

― ¿Si? ―Por alguna extraña razón me divirtió su expresión avergonzada.

―Lo siento ―Mientras más la veía, menos creía todos esos rumores que se habían generado sobre ella. Hasta el momento no había presenciado arranques de prepotencia, ni riñas, nada de lo que tanto se comentaba en los pasillos de la empresa. Pero... estaba ahí. ¿Quizás era de las que fingían ser adorables?― Tus audífonos ―Dijo levantándolos al mismo tiempo que desviaba la mirada involuntaria que había dirigido de nuevo a mi cuerpo. Sonreí con malicia. La afectaba, de eso no había duda.

―Gracias ―Susurre tomándolos, sin apartar la mirada de su rostro.

―Buenas noches ―Contesto y sin esperar una respuesta, salió disparada por el pasillo.

Esa chica era divertida y linda, por un instante me olvide de Sofía. Al ver su melena negra agitarse y sus piernas moverse a una cadencia que hacía difícil desviar la mirada de su trasero. Lindo trasero. ¡Mierda! ¿Qué demonios hacia? Tenía que evitar a esa chica o estaría en problemas.

El BajistaWhere stories live. Discover now