Capitulo 5

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~Kay~

Mantener la distancia. Sí, eso era lo que tenía que hacer. Mantenerme alejada de Justin. Ojala hacerlo resultara más fácil que pensarlo. Pero no lo era. Además de salir juntos y comer con ellos. Teníamos ensayo antes de la presentación, por lo tanto, tuve que verlo gran parte del día. Y aunque evite mirarlo, pude darme cuenta como me observaba. ¿Por qué?

No Kay, no puedes hacerlo. Me repetí a mí misma. Había tenido suficiente con una músico como Del, no me involucraría de nuevo solo para terminar con el corazón roto y con miles de rumores en torno. Lo único de deseaba era subirme al escenario y hacer lo que tanto me gustaba, eso y poder terminar esa gira. Después de ello, tendría que pensármelo bastante bien.

No obstante, lo ocurrido en el avión había hecho estragos y no dejaba de recordar la forma en la sonrió y como me miro.

Eso estaba mal.

***

«¿Siempre ha sido así?»

Había disminuido el volumen al IPod y en el pequeño intervalo en que cambiaba la música, pude escuchar su pregunta. Estuve a nada de abrir los ojos y mirarlo, pero no podía. Apreté con fuerza las manos y seguí escuchando.

¿Así que él también creía eso de mí?

Debí suponerlo, al igual que todo mundo, pensaba que yo había seducido a Del solo por conveniencia y que me ligaba a quien podía. Menuda tontería. ¿Acaso por eso intentaba ligarme? ¡Idiota de mí!

Desde luego que eso tenía que ser. ¡Tonta!

Bien, otra razón para no acércame a él.

***

Justin era distinto a los chicos que conocía, diferente a Abel y Cris, no solo en su forma de mirarme, sino en su forma de ser. A diferencia de ellos, se había mantenido sobrio. Algo inesperado. Mientras conducíamos a sus habitaciones a los chicos, de nuevo surgió esa confianza y coqueteo como en el vuelo. Me olvide de todo y bromee con él. Pero...

¡Del!

Su nombre fue como una bofetada, como un balde de agua helada. Me hizo recordar lo que había ocurrido con Del y lo que todo el mundo pensaba de mí. Lo que me hizo evaluar el hecho de estar relacionándome con Justin más de lo debido. Yo misma había comprobado que él pensaba lo mismo que todos. Que era una fácil. Así que su amabilidad y coqueteo solo podía deberse a algo. Quería llevarme a la cama y listo. ¿Qué otra cosa podía ser? Alguien como él seguro podía tener a cualquiera y ¿por qué no alguien tan zorra como yo? ¿No? Ante todos era una mujerzuela. Genial. Genial.

¡Eres una tonta, Kay!

***

― ¿Te sientes bien? ―Pregunto Abel mirándome con curiosidad. ¿Sentirme bien? Para nada. No había podido pegar el ojo en toda la noche. Justin, Justin había estado pululando en mi cabeza sin darme tregua. ¿Por qué?

―Si ―Conteste con un gruñido, sin apartar la cabeza de la ventanilla. Como siempre que no podía dormir, tenía un horrible dolor de cabeza, pero más que eso saber que tendría que verlo me ponía mal.

Desde luego que no me había importado lo que pensaran. Sin ánimos de congeniar con Justin, había logrado convencer a Cris para que me cambiara el asiento y como Abel no había puesto trabas, ahora estaba a sentada a su lado.

Eso era lo mejor. Mantener distancias.

―Parece que tú fuiste la que se caía de borracha anoche ―Su comentario me robo una sonrisa. Aparte la cabeza de la ventanilla y lo mire. Tenía razón. A pesar de haberse tomado una buena cantidad de alcohol, yo tenía peor aspecto que él.

―Estoy jodida entonces ―Murmure― Tú te las tomas y yo las proceso. Eso apesta ―Bromee y sus ojillos se llenaron de lágrimas a causa de la risa.

Abel estaba teniendo un ataque de risa, justo como el que había tenido yo. Sin proponérmelo mire al frente y nuestros ojos se encontraron. Justin me miraba y también a Abel. ¡Fantástico! Seguro ahora pensaría que también me gustaba meterme con hombres casados. ¡Ay no!

Pero... a todo esto ¿por qué me importaba tanto lo que pudiera pensar? No éramos nada, ni lo seriamos. Si pensaba como los demás, no lo sacaría de su error, porque no me importaba. Pero tampoco caería en su juego. Ahora lo sabía y no caería. Una pena que alguien como él fuera así. Suspire y de nuevo deje caer la cabeza en el cristal.

***

―Creo que lloverá ―Comente levantando la palma de mano y mirando al cielo que comenzaba a teñirse de gris.

―Eso parece ―La voz de Justin me sorprendió. Estaba exactamente haciendo lo mismo que yo y la imagen que proyectaba me embeleso. Enfundado en unos vaqueros y con una ajustada playera resultaba algo por demás caliente.

Incomoda me di la vuelta y regrese hasta donde estaban los chicos terminando de revisar los instrumentos. Acabábamos de terminar el ensayo y ahora solo faltaba alistarnos para la presentación que se realizaría en un estadio deportivo.

Pero las condiciones climáticas de la ciudad no eran las mejores y eso me preocupaba, aunque más, mirar a Justin. ¡Rayos!

***

―Quizás tengamos que cancelar ―Comento el organizador. Hacia unos minutos que la lluvia había comenzado a caer.

Desde luego que Carl no deseaba exponernos, pero las personas continuaban ahí, de pie bajo la lluvia esperando por nosotros.

― ¿Y que pasara con ellos? ―Quiso saber Abel mirándolo con cara de pocos amigos. Él llevaba un poco más de tiempo en el medio y sabía que lo primero es el público, siempre lo decía, aun cuando moría por resaca.

―Devolveremos las entradas ―Aseguro el hombre removiéndose incómodo. No lo harían. Incluso podrían hacerse los occisos con algunas entradas.

―No podemos ―Negué mirando a la multitud― Ellos han pagado por vernos.

―Kay ―Murmuro mirándome alarmado por lo que estaba insinuando.

―Dijiste que todo está aislado ¿No? ―Pregunte a uno de los técnicos, quien asintió― Eso significa que no corremos peligro ¿Correcto?

―Sí, pero... ―Negué interrumpiendo al hombre.

―Podemos hacerlo ―Afirme mirando a los chicos.

― ¿Qué opinan ustedes? ―Pregunto Carl mirándolos.

―Yo estoy listo ―Afirmo Abel poniéndose de pie.

―No se hable más ―Apoyo Cris tomando las baquetas. ¡Genial! Mire a Justin a pesar de no haberlo hecho en todo el día.

― ¿Qué dices tú? ―Sonrió de lado y algo en mi estómago detono.

―Yo voy a donde vayas ―Sus palabras me pusieron chinita la piel y casi pude ver un trasfondo, pero lo ignore y sonreí.

―Entonces hagamos lo que mejor sabemos hacer chicos.

― ¡Yeah baby! ―Exclamaron al unísono Abel y Cris colocando las manos al frente. Justin coloco la suya también y a la espera de que lo hiciera, mi mano quedo sobre la suya.

¡Dios! Una descarga me recorrió de pies a cabeza cuando toque su piel y rápido aparte la mano, afortunadamente los chicos parecieron no darse cuenta de ellos, pero él sí lo hizo. Sus ojos chispearon y se clavaron en los míos.

―Entonces salgan ―Ordeno Carl rompiendo el instante. Asentí tomando mi guitarra y subí al escenario.

― ¡Buenas noches! ―Grite con todas mis fuerzas, lista para entregarme al máximo, sin importarme lo demás.


El BajistaWhere stories live. Discover now