Capítulo 24 - Bajo los efectos del medicamento.

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Los rayos de sol entran desde la ventana, me pregunto cuán idiota he tenido que ser para no echar las cortinas y evitar que esto pase. Arrugo los ojos, el sol me está dando directamente en ellos y parece que me va a dejar ciego. Me quejo mediante susurros y sé que ya no voy a poder dormir más. Odio que esto suceda, odio despertarme antes de que el despertador me avise de que hay que levantarse. ¿No es bastante trágico madrugar ya? Encima levantarme antes de tiempo...

Siento una gran presión en mi costado. Ahogo un quejido pero vuelvo a sentirlo, esta vez más fuerte. Y luego otra vez.

Demonios, ¿quién o qué me está pegando?

Intento dormir de nuevo, pero no creo que pueda. De nuevo siento esa presión y no me queda más remedio que abrir los ojos. Sin embargo, estos se terminan de abrir cuando veo a April a mi lado, completamente dormida y con medio cuerpo encima del mío. Había olvidado que esto había sucedido, que anoche vine a su habitación y me metí en su cama. Pero me alegro de que eso haya ocurrido, porque sin duda ha sido una de las mejores noches que he dormido en las últimas semanas.

Rodeo con mis brazos su cintura y apoyo mi cabeza sobre su cuello. Cierro mis ojos y sonrío, es una de las mejores sensaciones que he vivido en mucho tiempo.

April se mueve de nuevo, y se gira para darme la espalda. Me vuelvo a acercar y recuesto mi cabeza sobre su espalda. Escucho como su corazón se acelera y me asusto un poco.

— ¿Li-Liam? —Pregunta. Parece confundida, no de la misma manera en la que yo desperté, sino confundida y... ¿arrepentida?

Me separo temeroso. No me gusta como ha comenzado esto y tengo miedo de que ella se arrepienta de haberme dejado dormir aquí. Recuerdo que anoche ella estaba bajo los efectos de esos sedantes que calman el dolor, y quizás ahora no le haga gracia verme dormido a su lado.

—Hola...—Susurro, pero me arrepiento. Parezco débil, así que toso para aclararme la garganta y vuelvo a hablar con más seguridad. —Hola, April.

Ella se gira lentamente y esboza una pequeña sonrisa que incluso parece forzada. Me recuesto sobre la cama y espero a que ella hable, pero no es así.

Ella se arrepiente.

Pero si eso fuera cierto, si ella se ha arrepentido, ¿por qué dijo que yo le gustaba? No tuvo que hacerlo si no es verdad, no tuvo que hacerlo... Mis sentimientos son reales.

—Vine anoche, me dijiste que podía quedarme. —Intento que mi voz no suene muy grave, pero estoy un poco molesto. —Si te arrepientes, lo siento, pero lo dijiste.

Estoy nervioso, demasiado, y creo que no estoy hablando como debería. Maldición, pronto me arrepiento de mi tono y lo que he dicho.

—Dios...—Digo y llevo mis manos hacia mi rostro para taparlo. —Lo siento, de verdad que lo siento. Estabas medio drogada y es normal que no recuerdes nada.

April se queda mirándome durante un rato, y eso solo hace que me arrepienta más de cómo le hablé antes.

—No importa. —Sonríe con ternura haciendo que una relajada sonrisa aparezca sobre mis labios. —Solo espero no haber dicho nada comprometido. —Bromea con algunas risas pero mi sonrisa se borra haciendo que la suya también. —Porque no dije nada, ¿no?

—No...

—Liam.

—No, nada. —Esquivo su mirada.

No, no vamos a hablar de esto.

—Liam, ¿qué dije? —Pregunta, pero sigo mirando hacia la ventana. —Liam, dime qué dije.

CONTROL. || Liam Dunbar (Teen Wolf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora