[DIEZ]

109K 7.8K 719
                                    

No creo que haya manera más bonita de decirle a alguien que le quieres que abrazándole. Sigue pareciéndome increíble la sensación de poder rodear con mis brazos al tesoro más preciado del mundo.

HEBER SNC NUR

.

KEA

Sorpresa.

Eso es lo primero que siento cuando lo veo acercarse a mí con una mirada decidida, y luego presionar sus labios contra los míos. Total y absoluta sorpresa.

De hecho tardo un par de segundos en comprender por completo lo que está pasando. Fidel. Me está besando. Sus labios son suaves sobre los míos, son cálidos, y me hacen sentir... rara, en un buen sentido; viva, con todos los sentidos encendidos al máximo. Feliz, con energías, como si pudiera hacer cualquier cosa que me proponga. La discusión que tuve con mi padre antes de salir de casa queda olvidada en un rincón de mi mente. Lo único que puedo pensar en este instante es en lo bien que nuestros labios encajan juntos.

Le correspondo de vuelta el beso y me dejo llevar por las emociones que me llenan. Mis manos se envuelven alrededor de su cuello y mis dedos comienzan a juguetear con el cabello de su nuca. Sus manos van a mi espalda y me atraen un poco más, así nuestros pechos quedan juntos y es un poco más accesible el seguirlo besando. Me dejo llevar, me olvido de todo y de todos, menos de nosotros en este momento y lugar.

Se siente como si el mundo girara más aprisa y como si no fuera suficiente solo besarlo. Como... si no estuviéramos lo suficientemente cerca. Una extraña desesperación se apodera de mí cuerpo, pero al mismo tiempo siento una calma que jamás había experimentado con otro chico. No hay culpa, ni dejar la mente en blanco. Solo hay convicción y el tratar de alertar cada nervio de mi cuerpo para que absorba este sentimiento de ser besada. De querer ser besada.

Loco, ¿no? Jamás había experimentado una sensación así de intensa. Como si el mundo a mi alrededor desapareciera y solo quedáramos nosotros dos, solos por completo.

Continuamos así por unos instantes más, antes de que Fidel termine con el beso, apoye su frente en la mía y me mire con una expresión singular. Sus ojos desprenden una intensidad que casi me asusta. Parecen... decididos, aunque no sé a qué.

—El viernes me invitaron a una fiesta —dice sacándome del estupor en el que me encuentro.

Se siente como si estuviera apenas saliendo de un sueño. Despierta, pero no completamente atenta a lo que sucede justo ahora a mi alrededor, a sus palabras. La sensación de sus labios sobre los míos todavía ocupa la mayor parte de mis pensamientos y no me dejan concentrarme en lo demás.

Tardo algunos segundos en absorber sus palabras y enarco mis cejas sorprendida porque me esté diciendo esto. Relamo mis labios y asiento viendo cómo su mirada vuelve a posarse en mi boca.

Si sigue viéndome así, me abalanzaré sobre él.

—Eso es bueno, supongo —expreso en voz baja—. ¿Irás?

—No lo sé. —Se encoge de hombros al tiempo que muerde su labio y entonces deja escapar un largo suspiro—. Estaba pensando que tal vez podríamos ir juntos. O no juntos, pero podríamos encontrarnos allá si quieres o algo. No sé. Ir solos, pero juntos. Quiero decir... Solo... Estoy sonando como un loco, ¿no es así?

Ni siquiera trato de contener mi carcajada. Rio divertida por lo nervioso que se muestra. En definitiva me gusta más este Fidel que el enojón.

—No, suenas completamente razonable —contesto sin poder dejar de sonreír—, y me parece bien lo de la fiesta.

Besos que curan [ADL #2] ✔Onde as histórias ganham vida. Descobre agora