Capítulo 14

41 1 1
                                    


EDITH

Decidimos irnos cuando amaneciese, sin retrasos, no fuera que la intervención de Elfarquía en el "diario de sueños" de Tristan no hubiera sido su única sorpresa.  Antes de partir teníamos dos opciones respecto a sus majestades: o contarles una excusa (que todavía no teníamos)o evitarlos hasta salir por la puerta. Yo optaba por la segunda alternativa, pero el hijo perfecto de mente manipulable decidió que seguiríamos la primera - "por lo menos le convencí de no decirles la verdad" - porque, después de su secuestro, dudaba que se fueran a tomar muy bien su desaparición.

"Era buena idea, no fuese que los reyes mandasen a su ejército de las flores y encontrasen a su hijo con la daga y una humana de pasado... Cuestionable cuanto menos. Podría acabar con mi cabeza en una estaca o entre barrotes hechos de ramas; no sé todavía la legislación élfica."

Nos despertamos antes de los primeros rayos del sol sin apenas sueño, pese a haber tenido más horas de pelea que de descanso, así que aprovechamos para encontrar la mentira real.

-¿Y si les decimos que me vas a enseñar el mundo mágico? Ya sabes, como los humanos no tenemos ni idea de ese tema...

-Cosa que haría porque...

"Teniendo en cuenta que me vas a ayudar a encontrar una Reliquia por el mero hecho de que te lo pedí, no creo que dudar de la veracidad de un tour de visita sea lo más lógico."

-Por lo menos es una idea. ¿Tú qué aportas, príncipe pesimista?

-Siempre podemos aprovecharnos de nuestras tradiciones.

-Si no es atarte a un árbol y lanzarte bolas de barro, dudo mucho que me interese.

Hizo oídos sordos y continuó hablando. 

-La que más nos conviene es la que siguen todos los jóvenes "prometidos": se van juntos al Reino del Sol y las nornas les leen el futuro como pareja.

-¿"Prometidos"? ¿Os casáis? -no pude evitar reírme- Ya me imagino la escena, la novia tendría un precioso vestido de árbol, con sus hojitas y ramitas, y el novio la regaría para simbolizar su amor.

Otra vez obvió mi comentario. Entendía que no se riese, tampoco era tan gracioso, ¿pero no se podía siquiera molestar un poco? Era pura cortesía.

-No, no nos casamos. Estaba haciendo una similitud con vuestra cultura, una que comparten todos los Reinos, a su manera. Simplemente hay un momento en una relación -me miró de manera extraña, por lo general era sencillo saber en qué pensaba, pero esta vez me resultó imposible- en la que dos personas, que ya han estado juntas un tiempo, se dan cuenta de que se quieren mutuamente y que quieren pasar el resto de sus vidas juntas. No hay ninguna ceremonia como tal, solo su corazones se sienten como uno solo.

"Creo que voy a vomitar."

-¿Entonces tenemos que fingir estar enamorados? ¿No hay ninguna otra opción? La que sea.

-Es la tradición que más se adapta a nuestro plan, solo tendríamos que cambiar "futuro" por "ubicación de la daga" y sería nuestro objetivo. Además, para mí va a ser muy fácil mentalizarme y meterme en ese papel..

"Espero que lo digas porque eres buen actor."

-Pues ve a decírselo a tus padres mientras yo te preparo la bolsa, "cielo".

-Los elfos no llevamos bolsa, la naturaleza nos abastece de cuanto necesitamos.

-Y los humanos no hablamos con nuestros suegros mágicos falsos, así que ve, yo te esperaré en la puerta principal.

Las Seis ReliquiasWhere stories live. Discover now