Capítulo 2

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¿L'Etoile o Diabolo? cuestionó Benjamin a la salida de la cafetería.

Diabolo respondimos Isabelle y yo a la misma vez.

Ambas nos observamos para así segundos después soltar unas leves carcajadas. Benjamin negó con la cabeza riendo por lo bajo al igual que nosotras.

Diabolo era nuestra pizzería favorita, probablemente una de las mejores pizzerías de Bergerac, en mi opinión. Siempre que nos hacían elegir entre Diabolo o cualquier otro sitio, escogíamos sin rodeos Diabolo. Todos los miércoles acudíamos allí a cenar desde que teníamos diecisiete años y comenzamos a trabajar en la cafetería, como si representase para nosotros una tradición.

Será mejor que nos demos prisa dijo Benjamin —. Tiene pinta de que vaya a llover.

Asentí sutilmente con la cabeza al igual que Isabelle, y juntos comenzamos a caminar a un paso más apresurado. Tras caminar durante unos minutos, divisamos a lo lejos las luces de la hogareña pizzería. Fuera de esta había diversas mesas, pero todas estaban solitarias. Posiblemente por el helor de la noche.

Nos aproximamos a la pizzería, y tras esquivar las mesas del exterior, nos adentramos en el interior del local. Tras acceder en él, mi mirada recorrió el interior de este, visualizando una pareja de mediana edad cenando en una mesa ubicada al lado del gran ventanal, dejando una clara vista del paisaje medieval de las casas de enfrente. Mientras tanto, en la barra se hallaban dos chicos de nuestra edad. Alaric, el de cabello renegrido, a quien conocía desde el colegio e instituto.

Sin embargo, el chico que se hallaba junto a él, de cabello rubio mezclado con tonos castaños y un poco por encima de los hombros, no lo reconocía e incluso podía afirmar el no haberlo visto anteriormente por nuestro pueblo.

Una melodía roquera resonaba en el interior del local. Reconocía sin ningún problema al grupo que sonaba a través del tocadiscos antiguo. Los Beatles.

¿Donde siempre chicos? no me percaté de la presencia de la camarera. Alcé la vista y mis ojos se encontraron con los de una mujer de avanzada edad. Catherine.

Hola Catherine la saludé con un tono amistoso —. Y sí, donde siempre.

Catherine me sonrió, de manera que las arrugas que poco a poco se le iban acentuando con el paso del tiempo, se extendían a lo largo de sus hoyuelos, así como por su frente. Esta me saludó de la misma manera en la que yo lo había hecho.

Anduvimos en dirección a la mesa en la que siempre solíamos cenar, sin necesidad de que Catherine nos dijera en cual sentarnos.

Me situé junto a Isabelle, permaneciendo al frente de Benjamin. Los tres nos mantuvimos en silencio hasta que Catherine se avecinó hacia nosotros con un bolígrafo y una pequeña libreta blanca de cuadros para anotar.

¿Lo de siempre chicos? cuestionó Catherine apuntando con el bolígrafo la libreta.

Los tres asentimos a la misma vez y esta nos sonrió a modo de respuesta a la vez que se retiraba de nuestra mesa apuntando nuestros pedidos en la libreta.

Isabelle fue la primera en comenzar la conversación.

Eli me llamó mi amiga —. ¿Quién es el chico que está sentado junto Alaric?

—No le he visto nunca por el pueblo —frunció el ceño levemente Benjamin.

—Tal vez sea algún amigo suyo de fuera —me encogí de hombros —. ¿Por qué lo preguntas? —agaché la cabeza y jugueteé con la esquina superior del mantel de cuadros rojos y blancos.

Enigmático (VERSIÓN SIN EDITAR) Where stories live. Discover now