Enigmático (VERSIÓN SIN EDITAR)

Capítulo 6

— ¿No lo sabes?  —le cuestioné sin comprender su respuesta.

—Olvídalo —respondió dándole una última calada a su cigarro antes de arrojarlo al suelo —. Volvamos —asentí con la cabeza, dejando en el olvido sus anteriores palabras. La verdad era que estábamos un tanto distanciados del lugar de la fiesta, por lo tanto, lo último que deseaba en aquel momento era perderme yo sola en el bosque.

— ¿Con quién has venido a la fiesta? —le cuestioné tras unos cortos minutos de sigilo a la vez que caminábamos de vuelta a la fiesta.

—Solo —por su tono de voz deduje que deseaba dar por terminada nuestra conversación, por lo que no insistí —. Y por lo que vi, tú viniste con Edmé.

No respondí a su afirmación, por lo que proseguimos caminando durante unos breves minutos hasta que al fin volvimos al área de la fiesta. Exploré el lugar en busca de mis amigos, los cuales se hallaban sentados en unos troncos alrededor del fuego. Los tres bebiendo y riendo junto Alaric y Noah.

— ¿Te apetece venir con nosotros? —le indiqué a Dominique, señalando a mis amigos.

Negó con la cabeza y acto seguido se volteó sobre sus talones para así dirigirse hacia una nevera portátil que yacía en el suelo.

Solté un suspiro de frustración ante su fastidiosa actitud y no perdí el tiempo en volver con mis amigos.

— ¡Eli! —exclamó Isabelle a escasos metros de mí —. ¿Qué hacías tanto tiempo con Dominique? —cuestionó con una ceja alzada.

—Quería hablar con él —me encogí de hombros —. ¿Cuánto tiempo estuve fuera?

— Como tres cuartos de hora —me sorprendió demasiado, puesto que creía que habrían pasado quince o veinte minutos —. ¿Y bien?

—No lo sé.

— ¿Cómo que no lo sabes?

—Todo ha sido tan extraño —añadí desconcertadamente —. Hay algo que no encaja. Tal vez sea su forma de ser o...

—Eli —Isabelle posicionó ambas manos en mis hombros, permitiéndolas descansar ahí —, todas las personas cambian.

—Sí, pero Dominique era tan distinto...

—Dominique ha cambiado —me interrumpió —. Tarde o temprano las personas cambian, incluyendo Dominique.

—Será mejor que volvamos con los demás —cambié repentinamente de tema de conversación tras sentir aquel nudo en la garganta.

—Claro —aceptó Isabelle con una mueca entre los labios —. Será lo mejor.

Isabelle comenzó a caminar en dirección a los demás, a la vez que yo la acompañaba a su derecha.

— ¡Eli! —exclamó Benjamin alzando una botella de cristal de alcohol —. ¿Dónde estabas? —cuestionó con un desigual tono de voz al habitual.

—Está ya medio borracho —me susurró Isabelle al oído sin despegar la mirada del frente.

— ¿Tan pronto? —reprimí las ganas de reír al observar las mejillas de Benjamin tornadas de un color similar al de su cabello.

Benjamin no solía aguantar mucho el alcohol como la mayoría de los chicos. Incluso Isabelle, que bebía más en las fiestas, aguantaba muchísimo más en comparación suya.

—Ya sabes cómo es Benjamin —dijo encogiéndose de hombros —. Alaric, Edmé y él han hecho una competición para ver quien consigue beberse un litro de cerveza en el menor tiempo posible. Así que imagínatelo, lleva casi dos litros ya.