¿Aún hay Esperanza?

85 3 0
                                    

No presto atención a nada. Ni a la clase, ni a mis amigas, ni siquiera a Javi. Según Daniela, Sandra me ha mirado toda la clase con un signo de desprecio. Rocío lo confirma.

Salgo al patio callado, triste y de bajón, ni siquiera mis amigas me hacen sentir mejor, y ellas son lo más valioso que tengo.  Sandra se acerca, decidida, con paso firme y cabeza alta, lleva los brazos cruzados y un gorro granate de lana.

Saluda al grupo en el que me incluyo y me comenta su opinión sobre en asunto de Javi. Dice que no se arrepiente de nada, que entre ellos dos surgió el amor y que yo no tengo nada que hacer ante eso.

Mis amigas flipan ante tal estupidez, ya que conocen a Javi perfectamente y es demasiado pasota para enamorarse, solo piensa en fútbol, play station, colegas. Esos son siempre sus temas de conversación y entre lo que se encuentra más cómodo.

Finjo que el tema no me importa demasiado, aunque creo que cantea mucho que no es así. Sandra se despide y se va.

Dando pequeños trotes, se aleja hacia Javi y sus amigos. Riendo, le da un beso a Javi en la mejilla delante de mi puta cara, le doy igual, está hecha una zorra.

Después de ese cariñoso saludo que Sandra le ha dado al verdadero amor de mi vida, me he sentido fatal, pero para mi sorpresa, Javi no le ha dado importancia. Aún hay esperanza.



Diario de un MariquitaWhere stories live. Discover now