Diario de un Mariquita

Hasta Pronto

Comí solo con la tele encendida, mujeres y hombres y viceversa estaba muy interesante.

Como siempre, no quise comer demasiado para que el relieve de mi barriga no aumentara. 

Mi hermana salió llorosa de su habitación, aún hecha polvo por lo de Ramón, y se metió en el baño. Acto seguido, sonó el timbre. Ale gritó "Abre, porfa, que he pedido una pizza"

Abrí la puerta y un chico que estaba para parar trenes vestido de rojo sonrió.

- Hola, tengo un pedido aquí- dijo amable.

- Sí, sí, es aquí, ¿Cuánto es?- Contesté yo aturdido 

- Seis cincuenta

Cogí siete euros de la cartera 

-Quédate con el cambio, muchas gracias - dije despidiéndome

GUAAAAAUUUUU siempre me pasan a mí estas cosas pero no me como ni un rosco, esto no puede ser.

Claudia me llamó y me dijo que ya estaba lista para venir, así que le dije que adelante.

Estuvimos un rato en la piscina hasta que la cerraron y nos despedimos. Qué encantadora estaba.

Me encontré a mamá subiendo las escaleras del portal, me dio un beso fuerte y subimos juntos.

Cuando estábamos en medio de la cena, papá empezó a sacar un montón de papeles con una sonrisa en la cara. Cuando pregunté "qué pasa?" mi madre contestó "no seas impaciente..."

Ale prosiguió "papá y mamá han decidido mandarte un año fuera, a Estados Unidos...Es una noticia genial!!!""

Al principio me quedé sin habla..... Qué?!?!?!? Luego me pareció una idea estupenda.