Ira!

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NOTA: Esta parte es la número 4, pero se me configuro como la tres, o sea, antes de leer este lean el que le sigue que es: Y POR ESO SOY ASI! perdonen los inconvenientes!

Fue Adam decir esas palabras y yo me puse fría, deje de pensar, la sangre pareció salirseme del cuerpo, no podía coincibir en mi cabeza que a Any le estuviera pasando algo asi y miles de preguntas rondaban por mi cabeza: que le habrá pasado?

- Mira Adam, entregale estos dos trabajos a la profesora de arte y da la excusa por mi, di que vine, pero que me fui al hospital a ver a Any. No sabes que le paso ?- pregunte alterada y sin saber que hacer, maldición!

- No, sólo la noticia llego y nadie te lo queria decir, pero se que si yo te lo ocultaba perdería una oportunidad contigo, ve tranquila que yo me encargo- se pega y me da un fuerte abrazo- todo va a estar bien amor!

Me monto en mi coche y despego a todo gas, llego al hospital y voy a recepción.

- Buenos días, la señorita Any Torres?

- Esta en la sala de intensivos, siga derecho y al final de este pasillo doble a la izquierda.- dice señalándome el pasillo a la derecha de recepción. Camino como una completa desquiciada hasta ver a Lucia sentada con las manos apoyadas en sus rodillas tomando su cabeza.

Sólo le pido a Dios que no sea nada malo, que ella salga bien de esto ya que no se lo merece, pero que todo sea la voluntad de Dios.

- Mi niña, que bueno que viniste. Estoy desesperada- en sus ojos no se veía ni un ápice de dolor sino de arrepentimiento, pero deje pasar eso y me senté a su lado a abrazarla, realmente se veía desesperada.

- Pero que fue lo que pasó?, ayer estaba bien, hable con ella y la deje perfecta, como es que de un momento a otro ella esta en intensivo- la voz se me entrecortaban y las lágrimas amenazaban por bajar, pero no las dejé.

- No quiero hablar de eso Ana, luego te cuento- se oía frialdad en sus palabras y algo aqui no me comenzó a cuadrar.

Llegué a las 9 de la mañana y eran la 1 de la tarde y aún el doctor no había salido, lleve a Lucía a regaña dientes a la cafetería y nos comimos unos sándwich con jugo de cereza, le pregunte muchas veces que fue lo que paso y me cortaba el tema, sabia que me estaba ocultando algo. A las 3 estábamos en el pasillo sentadas y desesperadas, vimos un doctor acercarse a nosotros que salía de intensivo, una luz en este túnel tan oscuro.

- Usted es la madre de Any? - se dirige a Lucia y ella asiente.

- Debido a los golpes provocados, que ya me entere que fue usted misma de una golpiza que le dió, se le hizo un pequeño tumor en la cabeza, se rompió dos costillas, un hueso de su espalda se desencajó y tiene una rodilla fracturada, hay que operarla- el doctor la mira con desaprobación- ah y otra cosa, no se lo que le hizo esa niña, pero no se merecía esa paliza, parece que tenía mucho odio acumulado hacia ella. Usted es su hermana? -dirige la mirada a mi.

- Si- digo aún en shock, no puedo creer que Lucía sea la responsable de esto.

- Salve a esa niña de las garras de esta señora, si no la hubiese traído a tiempo, hubiese muerto a causa de los coavulos de sangres acumulados en la cabeza.-Fue mencionarme eso y enseguida me pare con la sangre en la cabeza, la pare por los cabellos y la pegué a una pared.

- Maldita zorra- una bofetada- no mereces una hija como Any- un golpe en el estómago- que diablos te hizo para que le hicieras eso- le estampe la cara con la pared- me jure que si le hacías algo asi te dejaría por muerta y eso es justo lo que haré, ¿Te gusta dar palizas? Pues yo también quiero una, vieja amargada.- la tire al piso y la estaba ahorcando, creo que toda la rabia acumulada en estos años por lo de mi mama, mi expadrastro, Robert, me la desquite con ella, recibí un fuerte golpe en el pecho y caí al piso, cuando vi que ella venía hacia mi, me puse de pie y me fui contra ella nuevamente. Me la querían quitar, pero no me dejaba, me volví una fiera y me hize de cuenta que ella era un gigante al que tenía que darle duro para derrumbarlo y que no me matara. Hicimos tal desorden público que llego la policía.

Prostituta a temprana edad. Where stories live. Discover now