Prostituta a temprana edad.

Una humillación más!

- Lo primero es que no me grites y lo segundo es que estaba en tu Villa, ah, y recuerda que la niña está presente- digo con una calma más fingida que los gemidos que le emitía a mis clientes cuando fui prostituta. Veo que teclea algo en el celular y se dirige a la habitación, a los cinco minutos Any está ahí con semblante triste, ella debe saber todo lo que me duele esto.

- Espero que todo se arregle- dice con lástima y yo odio que tengan ese sentimiento hacia a mi.

- Lo dudo- escupo secamente. Entendiendo que no me ha gustado como ha dicho eso, se lleva a Mia, al parecer Marx le envió un mensaje para que la pasara a recoger. Cerrando Any la puerta, Marx sale de la habitación y se sienta frente a mi.

- ¿Tienes idea de lo preocupado que estaba?- dice con una indiferencia que desconocía de el.

- No y no me interesa- para un malo, malo y medio!

- Tranquila carińo que no era por ti que estaba preocupado, era por mi hija- eso me dolió- no se que le pueda pasar andando contigo.

- ¿Qué insinúas Marx? ¿Qué le haré dańo a Mia? ¿Qué no se cuidarla?- digo y siento como la ira se apodera de cada cédula de mi cuerpo- te recuerdo que a mi me dolió más que a ti, te recuerdo que me abandonaste.

- Disculpa Ana, pero no se que pueda ser de mi hija andando con una exprostituta, no se si ella por despecho pueda volver a lo mismo. Además, te abandone porque tu cuerpo era público- y sin pensarlo dos veces, mi mano chocaba contra su cara.

- ¡NO VUELVAS A TOCARME!- grita fuera de si y no se los negaré, me asusté bastante.

- Y tu no vuelvas a decir lo que acabas de decir, imbécil!- digo con fingida tranquilidad, cada palabra suya me destruye por dentro, puedo escucharla de todo el mundo y es como si no me dijeran nada, pero de Marx? No puedo, simplemente no puedo soportarlo- Ahora dime, es cierto lo del embarazo?

- No Ana, esa mujer siempre quiso que me casara con ella y no contigo, si estuve con ella en mi pasado. El día que fui a ver tu local, me la encontré y cuando le pregunte que quería, recuerdo con exactitud sus palabras "Me enteré que estas comprometido, eso me alegra, pero recuerda, yo no olvido y me la se cobrar muy bien. Espero que seas feliz con ella, pero lo que lamento es que esa felicidad no durará mucho"- yo escucho todo perpleja, ¿Por qué nunca me lo dijo? Quizas las cosas fueran diferentes y pudiera creerle al 100%- nunca he estado con una mujer después que nos casamos, solo me gustas tu y solo te quiero a ti Ana, pero se que no me creerás y te entiendo, me puse en tu lugar esté fin de semana, por lo que esperaré a que de a luz y me haré una prueba de ADN! Aunque se que tendré que pagarle para que deje que eso pase, pero por ti, todo- parte de mi rabia se ha ido al escuchar eso, pero sus palabras, las que me dijo antes de irme y recientemente, ¿Puedo yo olvidar eso? ¿Hacer como que nada de eso me lo dijo él? Imposible, no se puede borrar lo que ya se ha dicho, además, de la abundancia del corazón habla la boca, cuando vienes a decir algo, es porque tu corazón ya lo siente y lo cree así.

- Esta bien, pero todo lo que me has gritado no se me va a olvidar, no de un día para otro. Necesito unos días alejada de ti. Necesito que te vayas a tu departamento, dentro de unos días puedes volver- digo con todo el dolor de mi corazón, pero no puedo tenerlo cerca, no después de lo que ha pasado. He aprendido que a las personas hay que dejarlas solas un tiempo, hay que dejarlas ver por ellos mismo que te necesitan.

- Acepto, se que te he herido- dice con decepción en los ojos- pero quiero que envíes a Mia de vez cuando allá y que me permitas llamarte por teléfono.

- Esta bien- dicho esto, se para, me da un beso en la frente y se va. Es de noche y no quiero dormir sola, así que, me doy un bańo y me pongo mi pijama, en un bolso entro la ropa que me pondré mańana y así, bajo al auto, total nadie me verá!