Mi princesa

4.5K 166 9
                                    

- Ana, escúchame! Tenemos que hablar.

- Mira imbécil, tu y yo no tenemos nada de que hablar, yo sé que cometí un error, pero siquiera una oportunidad de explicarte me diste-dije esto y me siento, tengo que sentarme o me voy a caer.- y Óscar, sabes algo de él?

- Esta en intensivo, una bala le perforó el hígado y está debatiendose entre la vida y la muerte.

- ¿QUE? ¿CÓMO?- me paro de un brinco y la sangre parece que se me salió del cuerpo, la respiración se me tranca y me agarro la cabeza, me voy a caer y, Marx que lo sabe, me agarra. Dios, no me puedo imaginar que a ese ángel que tanto me ha ayudado le pase algo, sencillamente, no puedo.

- Ana debes calmarte para saber que hacer, y Any? - acabado de pronunciar ese nombre, la aludida viene corriendo hacia a mi, parece que salió del shock.

- Ana! Ana! Cómo estas? Y papa? ¿Qué ha pasado?- yo me quedo callada mirando a la nada, ella mueve mis hombros mientras grita- respóndeme! Habla! ¿Dónde esta papa? ¿Qué ha pasado?

- Óscar está en intensivo, una bala le perforó el hígado y se debate entre la vida y la muerte- lo último lo dije en un hilo de voz y las lágrimas comienzan a caer- paso que cuando fuimos a detener al hombre que te hizo eso, comenzó un intercambio de disparos y el me pidió que te sacara de ahí, ya que estabas en un estado de shock.

- ¿Y en qué clínica está?- pregunta mi amiga ya alterada. Marx va y pregunta y le dicen donde está ingresado papi Óscar, salimos, nos montamos en el coche de Marx y arrancamos.

Cuando llegamos allá, la muchacha de recepción nos dice que está en intensivo y obviamente ahí no podemos entrar, así que, debemos esperar, ella nos indica donde debemos hacerlo y nosotros, hecho un manojo de nervios, corremos allá. Horas vienen y horas van, nadie sale, nadie dice nada, nadie nada. ¡Maldición! Marx, no deja de consolarnos y decirnos que todo estará bien, pero lo que el no entiende es que quien no está bien, soy yo, su llegada a trastornado mi mundo de pi a pa, ahora mismo, tengo mi mente en un limbo. Son la 1 de la madrugada y yo aún no he comido nada, ni Any tampoco, Marx que se da cuenta, nos obliga a ir a la cafetería y allí ingiero algo ligero, el susto y los nervios me han quitado el hambre.

Volvemos a la sala de espera y pasan dos horas más, las 3 am! Al fin sale un doctor y por su cara, veo que nada esta bien.

- Familiares del señor Óscar?- asentimos con la cabeza- lamento decirles que él está muy mal de salud, la bala perforó mucho y se nos hace muy difícil sacarla, aparte de, perdió mucha sangre, no es por asustarles, pero estén preparados para cualquier cosa- dicho esto, se da la vuelta y se va. Si mi mundo estaba patas arriba, ahora esta así mismo, más una pata de lado.

Han pasado dos días desde que llegamos ahí y Óscar nada de mejorar, sigue igual o peor, Marx al otro día tuvo que irse ya que, debía de trabajar, me explicó que su familia lo llevó a ese mundo de la policía por las buenas relaciones que tienen y que no le ha ido nada mal, me alegré mucho por el! Hoy nos dejan entrar solo un ratito a intensivo a verlo, Any se ve muy triste y yo, ni se diga, lo peor del mundo es tu ver una persona que quieres tanto y que te ha ayudado tanto, debatirse entre la vida y la muerte, Óscar fue esa luz al final del túnel, esa persona que no me dió la espalda cuando yo, por estúpida, me lo merecía, fue esa persona que cuando todos me dijeron adiós, el se quedó conmigo y no se conformó con eso, aún me sigue ayudando y aceptandome en su casa como una hija más y eso, yo se lo agradeceré eternamente.

Nos llaman para que entremos y nosotras, ansiosas, vamos. Entramos y a mi se me quebraja el corazón, verlo ahí, un hombre tan lleno de vida y sonriente, postrado en una cama con tantos aparatos pegados al cuerpo, me parte el alma en dos. Yo tomo fuerzas de donde no hay y me acerco, comienzo a acariciarle el rostro y Any y yo, aunque no nos escucha, comenzamos a decirle cuanto lo queremos, lo amamos y lo extrañamos. De un momento a otro comienza a sonar esa máquina que te indica cuando una persona se está yendo, yo me asusto y comienzo a gritar.

Prostituta a temprana edad. Where stories live. Discover now