Prostituta a temprana edad.

Cumpleaños Felíz!

Ya mañana es mi cumpleaños y créanme, no estoy emocionada en lo absoluto, me he pasado casi 4 de ellos que ni recuerdo que es ese día, así que otro, estará de más. Voy de camino a buscar a Mia y escucho en la radio que mi Alejandro Sanz, o sea, mi hermoso Alejandrito, dará un concierto aquí el mismo día de mi cumpleaños, ¡Mierda! ¿Por qué no me enteré antes? Hubiese comprado voletas para Marx y para mi, ¡Que dolor ni más grande!

Ahora que lo recuerdo bien, mi novio, cumple años dos días después de mi y aún no he pensado que hacerle, que dejada soy. Pero mañana, le sacaré copia a la llave de su departamento, si, vive sólo, no es algo grande, pero para el esta más que bien, tiene su casa muy bien decorada, ya saben, eso fue su madre, porque ese no tiene concepto de lo que se llama gusto.

Pues nada, voy a recoger a Mia y nos dirigimos al centro comercial, debo comprar con anticipación los elementos que utilizaré en la sorpresa de Marx, no suelo ser detallista, antes si lo era pero, me hice una idea que consistía en lo siguiente: Porque si yo me desvivia dándole regalos y presentes a las personas, demostrandoles interés y no sólo en el amor, sino en la amistad también, por qué la gente no me correspondía? Venía e iba y pasaban mis cumpleaños, el día del amor y la amistad, navidad y todo eso y aveces a esas personas hasta felicitarme se les olvidaba. Pero, ahora que lo veo desde otro punto, debemos de dar sin esperar nada a cambio, Dios ve todo lo que tu haces por cada persona y él, a su tiempo, te lo compensará.

Entramos a una tienda de hombres y me quedo loca con una camisa rosada pastel, es médium igual que la talla de Marx, ¡Me la llevo! ¡Ay Jehová! Cuando lo vea con esto puesto, me dará algo llamado Chiripiorca, que aquí en mi país, es una especie de ataque.

- Mami, quiero regalarle algo a papi también, no es usted la única princesa- mi querida niña cada día me sorprende más, es tan celosa, a quien se parecerá? Me he fijado que Marx nunca lleva reloj, por lo que nos dirigimos a una joyería y eso le compro a Mia para que le regale a su padre, un reloj con el fondo blanco y los puntos que indican la hora negro, toda una preciosura y elegancia, compramos las dos bolsas de regalo y nos dirigimos a comer.

Mi bebe me pidió un Macdonals y eso compramos para las dos, decido irme a casa, ya que no me gusta estar con la niña en lugares públicos por mucho tiempo, llegamos y nos ponemos a comer. Su padre llama a ver como estamos y dice que dormirá aquí hoy, "Que enojada estoy por eso" en lo que finaliza la tarde, me pongo a ser tareas con Mia, es todo un cerebrito como su madre, modestia y aparte.

Llega la noche y con ella Marx, cenamos, dormimos a Mia y luego de, nosotros, si, nos dormimos y no hicimos nada ¡Viva Dios!

***
Ya es mi cumpleaños y me levanto al oír unas voces cantando Las mañanitas, que familia más hermosa tengo, me sorprendo un poco de ver a Any y Óscar ahí, yo con esta pinta de bruja que tengo por la mañana.

"Estas son las mañanitas que cantaba el Rey David, hoy por ser día de tus santos, te las cantamos a ti"

Óscar tenía un pastel en la mano, Any unos globos, Marx un rico desayuno y Mia una bolsa de regalo, me la entrega y es un hermoso cuadro en forma de corazón con la foto que nos tomamos los tres en la Villa. Me paro y voy a cepillarse, ya saben, para no asesinar a uno.

- Muchas gracias, de verdad que tenía años que no me sentía tan feliz en este día- voy abrazando a cada uno y siento ese líquido recorrer por todas mis mejillas, es bueno llorar por alegría y no por tristeza como tantas veces lo hize, me siento feliz y plena, siento que esto no es real, es que tenía tanto tiempo sin celebrar nada que aún me cuesta creerlo, no son regalos caros, pero me encanta el hecho de que ellos estuviesen aquí, porque la intención, es la que cuenta.

Nos dirigimos a desayunar, Marx me hizo lo que más me gusta por las mañanas: sándwich y jugo de naranja, también le agregó melón con miel, mi fruta favorita.  Desayunamos en una charla tranquila, luego cada quien tuvo que irse a sus labores, para mi suerte, mi jefa me dio el día libre como regalo; sólo tengo que llevar a la niña y vuelvo para acá a quedarme tranquila en casa, seguro salgamos en la noche, aunque no tengo ningún plan.