Capítulo 6

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Mi corazón latía a una velocidad increíble ¡Esa era la voz del niño! Volteé con sigilo y el lugar estaba totalmente vacío, no había nada ni nadie ahí, dejé los platos y me dirigí a la sala de estar para apagar la televisión y apagar las luces, corrí hasta mi habitación y puse el seguro. Me enfundé en mi pijama y me recosté en la cama ¿Qué sucedía con ese niño? ¿Quién era? ¿Qué quería? Traté de recordar su aspecto pero parecía que mi memoria había sido eliminada por completo. No podía dormir, daba vueltas en mi cama hasta deshacerla por completo, no podía sacar esa voz de mi mente. "Te dije que no había ningún gato ahí" Hacía eco en mi cabeza, luego de unas cuantas horas por fin pude conciliar el sueño. 

—¿Elisse? —Papá tocó la puerta.

Abrí los ojos con pesadez. El sol había salido. Parecía que había dormido tan sólo cinco minutos. miré el reloj y marcaba las diez menos cinco ¡Vaya que era tarde!

—¿Si? —Respondí.

—¡Creí que estabas muerta!

Me levanté a rastras para abrir la puerta, papá lucía totalmente preocupado, el color de sus mejillas había desaparecido.

—Perdón, no podía dormir —Me excusé.

—Bien. ¿Quieres desayunar? —Ofreció.

Asentí con la cabeza y lo seguí, el olor a hotcakes invadió mis fosas nasales, me senté en la mesa y papá me sirvió dos pancakes y una taza de café, seguido se sentó frente a mi y ambos empezamos a comer sin decir palabra alguna.

—¿Puedo preguntarte algo? —Dije dándole un sorbo a mi café.

—Claro.

—¿Cómo sabes que mamá...Fue asesinada en ese juego?

Respiró hondo y pequeñas perlas de sudor mojaron su frente, parecía no querer hablar de este tema, parecía que le calaba muy profundo.

—En esas fechas, muchas personas estaban siendo asesinadas por estos mismos malhechores, tenían una marca, a todos los asesinados, escribían un "6" en la muñeca izquierda, además son las únicas personas con el valor de asesinar tan brutalmente como lo hacen, son pocos los que sobreviven a esto, pero si sobreviven, terminan suicidándose —Finalizó.

—Pero...¿Mamá que tenía que ver en todo esto?  —Pregunté.

—Absolutamente nada, nadie escoge estar metido en esto, este juego no respeta edad, sexo ni religión, sólo asesinan por diversión sin importar de quien se trate, es algo diabólico — Perdió su mirada.

—Oh —Logré articular.

Terminamos de comer como empezamos, en total silencio, me encargué de lavar los platos y papá fue a su habitación a hacer quien sabe que cosa, el invierno estaba a la vuelta de la esquina y hacía un poco de frío, así que me dirigí hasta el pequeño e improvisado sótano para encender la caldera, las lámparas siempre se quemaban, por lo tanto llevé una pequeña linterna de mano conmigo, las escaleras chillaban a cada paso, habían cajas por montones, tenía que caminar con demasiado cuidado para no caerme, después de unos minutos finalmente encontré lo que buscaba, subí la temperatura del cacharro y volví a emprender mi camino hasta las gradillas. No me dí cuenta de que estaba pisando entonces caí directo al piso. Una caja con fotografías había impedido mi marcha hasta la sala de arriba, me levanté y miré con curiosidad una foto que estaba en un marco, era la foto de mi primer recital de ballet, papá abrazaba a mamá por detrás mientras ella me sostenía en brazos, había otro debajo de este con una foto de toda la familia Thunder, me senté a examinar las diferentes fotos que estaban en la caja, habían muchísimas de la infancia de mamá, era muy parecida a ella a decir verdad, revisé todas las fotos con mucha atención, al fondo de la caja descansaba una foto de mamá y papá con un niño.

—¿Qué haces? —Susurró.

—Accidentalmente atropellé a un gato y trato de sacarlo —Expliqué— De cualquier forma ¿No deberías estar en casa?

—¿Un gato? Yo no veo ningún gato ahí —Respondió ignorando mi pregunta

La sangre palpitaba en mis oídos, mis manos y mi labio inferior temblaban ¡Era él! ¡Era el niño! Tomé la foto en manos y corrí hasta la sala superior, papá estaba sentado en el sofá leyendo el periódico, me paré frente a él y le mostré la foto.

—¿Quién es él? —Inquirí.

—¿De dónde has sacado eso? —Dijo enfadado arrebatándome la foto de las manos.

—¿Tiene importancia? Tropecé con la caja en la que estaba —Repliqué.

—Siéntate —Ordenó.

Tomé asiento como él me pidió y mientras resoplaba se sentó a mi lado cubriendo su rostro con ambas manos.

—¿Ya me dirás quién es? —Pedí.

—Era tu hermano.

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¡Hola! Antes que todo quiero disculparme nuevamente con todos vosotros por el corto capítulo, padezco de conjuntivitis y no puedo pasar demasiado tiempo frente al computador, espero estar mejor el sábado para hacer el maratón 3/3 que os he prometido.

En otras noticias ¡YA LLEGAMOS A LAS 7K!  No saben lo mucho que os agradezco a todos vosotros por su apoyo y sus lecturas, es muy emocionante para mi saber que muchas personas me leen y no tengo más que darles un sincero: Gracias.

Y la última.

La novela es #11 en la categoría de terror. Les juro que lloré como loca cuando vi la posición en la que está, no saben la felicidad que me da :') Eso era todo, os quiero y espero que les guste :)




Seis SegundosWhere stories live. Discover now