Seis Segundos

Capítulo 15

—¿Elisse?

La cegadora luz de la habitación me impedía abrir los ojos completamente. ¿Cómo había llegado acá? Luego de unos minutos pude distinguir la silueta de la tía Margaret que yacía parada frente a mi con gesto de angustia y preocupación.

—Hola —Musité

—¿Qué sucedió pequeña? —Acarició mi frente

Cerré los ojos y traté de recordar que había pasado. Frío, oscuro, frío, una voz. 

"Sigues tú"

Abrí los ojos rápidamente. Retrocedí inconscientemente en la pequeña camilla, mi espalda chocó con la pared y me quedé ahí hecha un ovillo. La tía Margaret me miraba con los ojos abiertos como platos y totalmente alarmada, se acercó a mí con cautela y me alejé de un movimiento. 

—Elisse, tranquila, cuéntame que sucedió, por favor —Pidió

—R-recuerdo que el doctor King me dejó con el cuerpo de papá en morgue y t-tome su mano, de un momento a otro...sus...sus ojos estaban abiertos —Susurré mirando por la ventana

—¿Abiertos? —Arrugó el ceño

—Abiertos —Asentí

—Escucha Elisse, quizás sólo lo imaginaste cariño, la falta de sueño puede causar alucinaciones —Razonó

—¿Alucinaciones? Nada de eso, tenía los ojos abiertos y dijo algo como "Sigues tú" no era él pero sus ojos estaban abiertos, no son inventos tía, lo juro —Dije alterada

—Vale, comprendo

—¿Cómo llegué hasta acá? 

—Aparentemente el doctor King te encontró desmayada en el piso de morgue, dijo que había sido la impresión de ver a tu padre muerto y te trajeron hasta acá para examinarte y que no hubiera alguna baja de defensas o algo —Explicó

—Ya. ¿Qué hora es?

—Doce con veinte de la madrugada

—¿Cuando me podré ir? 

—La enfermera dijo que mañana por la mañana tendrías tu alta así que puedes volver a dormir

—Tengo que ir al baño.

Me paré de la cama y busqué con la mirada la puerta que llevaba al sanitario, caminé hasta ahí y cerré con cuidado. Hice mis necesidades y me dirigí al lavabo, pude ver las terribles ojeras que se habían formado ¿Cómo hace menos de una semana yo era totalmente feliz en mi apartamento? Aquel tiempo se sentía tan lejano a este día. La chica del espejo me miraba con desaprobación"¿Qué esperas en este infernal lugar? ¡Vete Elisse! ¡Olvídalo todo y vete!" Le gritaba a mis pensamientos con autoridad. No conciencia, hoy no. Regresé afuera y pude observar a mi tía que había caído profundamente dormida en el pequeño sofá de al lado de la camilla. No tuve otra opción que tratar de dormir de igual manera. 

Frío, oscuro, frío, una voz.

Frío, oscuro, frío, una voz.

—Elisse...

Desperté sobresaltada. Mi camiseta estaba empapada de sudor y mi corazón latía a un ritmo demasiado rápido. Prendí la lámpara de la mesilla de al lado y me detuve a respirar lentamente por unos minutos hasta que el ritmo de mi corazón fuese normal. Pude ver que la tía Margaret se revolvía incomoda en su lugar así que apagué la luz y clavé mi mirada en la ventanilla por donde entraban los débiles rayos de la luz de la luna. La voz profunda que llamó mi nombre en la morgue seguía retumbando en mi cabeza ¿Qué era esto? ¿Qué quería conmigo? ¿Qué había hecho yo? ¿Por qué no me asesinaba de una vez por todas? Ya, habéis ganado, terminad con esto de una vez por todas.