Capítulo 20

116K 7.9K 3.2K
                                    

Abrí lentamente los ojos. No podía ver nada. En el lugar no entraba ni un débil rayo de luz. Seguía tratando de soltar mis manos cuando sentí algo un pequeño tirón en mi pierna derecha, traté de moverme hacía atrás pero era demasiado tarde, otro tirón mucho más fuerte causó que cayera al piso de manera instantánea.

¿Me has extrañado, Elisse? — Su ensordecedora voz inundó mi mente.

—¡MÁTAME DE UNA MALDITA VEZ! — Grité tratando de soltarme del amarre de las cuerdas.

¿Sería eso divertido? No lo creo — Se rió fuertemente.

—¿Qué demonios quieres de mí? ¿Qué te hice? — Cuestioné.

Has roto todas mis reglas — Susurró — Pero sigues viva acá ¿Quieres saber por qué, pequeña Elisse?

—No me interesa. Eres un maldito hijo de puta, mátame y ya —Escupí en respuesta.

Marcus ya me era muy inservible — Ignoró mi petición — Ya no era tan eficaz para asesinar y sabía demasiado, así que pensé ¿por qué no asesinarlo y buscar otra mano derecha? ¿entiendes? ¿mano? Como los dedos de tu padre — Se burló — Así que tengo una jugosa propuesta para ti, Eli querida ¿Te gustaría ayudarme?

—No, muerete — Me negué con la rabía inundando mi vida.

Ya estoy muerto — Se rió de nuevo — Es una lástima que no hayas aceptado pero aún así te daré la sorpresa que tenía preparada para ti.

Una luz se encendió frente a mí. Julia estaba atada a una silla frente a mí. La sangre salía de su frente y su rostro era un terrible asunto a tratar. Afortunadamente seguía viva.

Julia Fitzpatrick La voz de Él atronó en las paredes del sucio y mugre lugar — Tu madre fue un hueso duro de roer ¿Pero tú, pequeña zorra? sólo bastó que un chico te sonriera para atraerte hacía acá.

—Cállate — Respondió Julia en un débil susurro.

Les narraré a ambas la linda muerte de sus madres, es mi historia favorita a decir verdad.

Sentí que algo invadía mis sentidos. No podía evitarlo. Intentaba proteger mi cuerpo de la extraña prensencia pero fue imposible.




—Regresaré en un momento — Dijo mamá dándole un beso a papá — Cuida a Elisse.

Estaba parada en la puerta principal de mi antigua casa. Mamá estaba saliendo ¿No puede verme? negué con la cabeza mientras la seguía hasta su automóvil. Subí con ella y seguía sin darse cuenta de mi presencia. Tomé el asiento del co-piloto al darme cuenta que era inútil que llegase a notarme. Mamá se maquillaba mientras conducía sin perder el control del auto, vaya don. El auto se detuvo.

—Kylie te he dicho que no conduzcas mientras te maquillas.

Tía Margaret. Se subió en la parte trasera del coche y mamá arrancó de nuevo. Escuchaba sus bromas constantes y me dí cuenta de que tanto las extrañaba a ambas. El coche se detuvo de nuevo. Una mujer morena subió en la parte trasera junto a la tía Margaret. Julissa.

—Joder July, has tardado demasiado en llamar, creí que no vendrías con nosotras —Dijo mamá.

—Perdón, Julia quería venir conmigo y no sabía como decirle que no.

—Elisse estaba tomando la siesta —Sonrió mamá.

Estacionó frente a un salón de belleza. Todas bajaron del auto mientras las seguía. Entramos en la pequeña sala y todas tomaron asientos en las tres sillas seguidas que estaban listas para ellas. La tarde transcurrió rápida para las mujeres que estaban retocando sus cabellos y haciéndose la manícura. Finalmente salieron del salón con sonrisas en sus rostros y con nuevos estilos. Cuando subimos de nuevo al auto, ya había caído la noche. La tía Margaret se apeó del auto frente a su casa agradeciendole a mamá por el día.

Seis SegundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora