Cap.6

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Venga, cinco minutos mas solo cinco... No puedo. Dejo caer la cabeza en la meza y cierro los ojos. ¿Por que la de Geografía tiene que ser tan aburrida? Un suspiro profundo se escapa de mis labios. Siempre me había gustado la materia, incluso la disfrutaba colocando las ciudades de Japón y los distintos países del mundo, pero esta mujer "La Macaco" como yo la había bautizado por su cara de mono (cruel, pero el ser humano lo es por naturaleza), había acabado haciendo que no pudiera ni abrir el libro sin poner mala cara. ¿Cómo puede haber personas tan incompetentes como para hacer que alguien que ama algo lo acabe odiando? Miro a la clase viendo las caras de martirio que portan mis compañeros. Mark está en sus mundos de Yupi, supongo que pensando en algo relacionado con el fútbol. Silvia mira más intrigada a la mosca que acaba de entrar que al jeroglífico que había escrito la mujer nada más entrar por la puerta. Incluso Axel, que siempre atiende en clases, se dedica a hacer garabatos en su cuaderno sin ton ni son. En definitiva, esa clase solo sirve para tener el culo plano durante toda la hora y calentar la silla. ¿De qué me sirve a mi estar sentada sin hacer nada mientras una incompetente se dedica a pasar paginas del libro, leerlas o incluso dadas por vistas? ¿Qué clase de sistema educativo deja dar clases a personas que no tienen ni idea de como darlas, de como transmitirlas? Bostezo por cuarta vez en un cuarto de hora. Si pudiera ya habría cerrado el libro para utilizarlo como almohada.

— Señorita Selius, ¿tanto se aburre?- dice con su voz de pito.

Aprieto los labios e intento no sonreír. Me tiene vigilada desde ese día que saqué el móvil en medio de la clase para contestar a las provocaciones que Jude suele mandarme. El muy idiota cree que por ponerme: "He conocido a alguien", va a hacer que me hierva la sangre. Y aunque probablemente, y solo probable, esté en lo cierto, no voy a darle el lujo de disfrutarlo. Muchas veces me he preguntado si tiene un pinganillo que pite cuando bostezo o cierro los ojos, o no se, respire, porque su atención está más en mi que en lo que está escribiendo en la pizarra. 

— Bastante para que mentir - bostezo de nuevo con la cabeza en el pupitre amortizando mis palabras. Me voy a llevar un sillazo un día de estos.

Suelta un bufido. Y mueve nerviosamente las manos entre las hojas del libro que tiene en las manos. Siempre hace eso cuando está nerviosa. Supongo que es un tic que le salió después de ver que lanzar el libro a un alumno en la cabeza al no estar atento, no era ni legal ni ético.

— Al despacho del director - dice cabreada después de pensárselo muchas veces. 

Levanto la cabeza. Que bonito va a quedar eso para mí implacable expediente. Aunque Nelly es igual a director, a lo mejor no pasa nada.

— Hagamos un trato, le hago un trabajo del tema y hacemos como que esto nunca ha pasado.

Pone los ojos en blanco y señala la puerta. Me levanto, la dedico un puchero y me voy. Algo dentro de mi dice que lo que acabo de hacer está mal y que si esa mujer muere de furia sería mi culpa, pero me parece tan genial la cara roja que se le pone cada vez que algo no le gusta que me da igual. Camino por los pasillos silenciosos. No pienso ir al despacho del director, tengo cosas mejores que hacer. Me acerco a hurtadillas a la sala de ordenadores. Cuando me aseguro de que nadie me ve entrar y cierro la puerta tras de mi. Corro hacia el ordenador más cercano y me meto en internet. "Inazuma Eleven". Busco entre todas las paginas que salen y me meto en una que me llama la atención.

"La tragedia del Inazuma Eleven".
El Inazuma Eleven, el equipo que todos esperábamos que ganara el campeonato nacional, tiene un accidente antes del partido que decidiría quien era el mejor equipo del país. Pero antes de saberse del accidente, una llamada llego por parte del equipo, diciendo que abandonaban antes de jugar el partido, ¿extraño, verdad?

Mil Sueños Por Cumplir (Inazuma Eleven)Where stories live. Discover now