Cap.20

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Los pasos suenan mucho más cerca. Dejo la bolsa en uno de los bancos y me pongo en guardia. Coge lo primero que pillo. Un mortífero plumero. Venga ya, ¿Qué hace un plumero en un vestuario? Dejo mis pensamientos a un lado cuando la sombra se para enfrente de la puerta del vestuario de chicas. Da un paso hacia delante, dejado que la luz del vestuario alcance su rostro. Mis ojos se entrecierran intentando identificar al chico de pelo largo que tengo delante.

- Hola Crístal - dice sonriendo y avanzando hacia mi.

Le examino detenidamente. La verdad es que es bastante guapo. Un mechón de pelo le cae por la cara, dando a su cara un aspecto salvaje. Sus ojos de un rojo mas oscuro que los de Jude me miran con intensidad.

- ¿Quién eres?

Niega con la cabeza como si se estuviera contestando a una pregunta que él mismo se ha echo.

- Eso no tienes que saberlo todavía pequeña. Todavía es pronto - sonríe enigmáticamente.

- ¿Pronto para qué? ¿Qué quieres de mi? - digo entre dientes cansada de que la gente evite mis preguntas.

- Adios Crístal, te estaré observando de cerca - se da la vuelta y desaparece en la oscuridad. Corro hacia el pasillo y miro hacia todos los lados con el plumero todavía en la mano.

Lo suelto con fuerza y le doy una patada. ¿Por qué mi vida es tan complicada?

*Narrador en tercera persona*

El chico sale del instituto Raimon y camina por las calles de la ciudad entretenido en darle patadas a una lata. La verdad es que la chica le había impactado bastante. Le habían dicho que tenia un carácter fuerte y que podía helarte con solo una palabra, pero nadie le había avisado de lo guapa que es. Se había quedado hipnotizado en esos ojos verdes en cuanto la ha visto. Un coche se para a su lado. La ventanilla de atrás se abre dejando ver a ese hombre que ha conseguido darle tanto poder.

- ¿La has visto?

- Sí, será interesante conseguir que se rinda a nosotros - dice el chico confiado.

El hombre sonríe con esa sonrisa que provoca escalofríos a más de uno, menos a él. El mini dios no le tiene miedo.

- Espero que consigas tu misión.

Y con estas palabras, cargadas de advertencias, el coche desaparece en la bonita noche dejando al chico solo.

*Narra Crístal*

El Brain consigue predecir todos nuestros movimientos. Los chicos no pueden hacer más que defenderse y yo estoy aquí en el banquillo viendo venir el primer gol por parte de nuestros adversarios. Me convenzo de que esto es lo mejor que puedo hacer ahora. Observar el flujo del juego desde un sitio que no es el mío.

Todo el equipo está en tensión, sobretodo Axel que sus intentos por marcar son nulos. Desde ayer no hemos tenido oportunidad de hablar, y mira que el chico lo había intentado, pero si no era Mark quien lo llamaba, eran las gerentes quienes no se separaban de mi. Mi mirada se desvía a Jude que observa el partido con una sonrisa desde la grada, hasta que repara que le estoy observando y que le sonrío cínicamente. Este se mueve un poco hasta que no puedo observarle completamente y solo veo parte de su pelo. Pongo los ojos en blanco. Infantil.

El Brain marca después de haber jugado con Mark a la gallinita ciega. Aprieto los puños y muevo inquieta el pie derecho. Ahora que han conseguido el gol, quieren mantener la ventaja por encima de todo. Una estrategia muy propia de Ray Dark. Miro a Mark que está indignado por el juego del Brain. El primer tiempo se acaba y la frustración se apodera de mi.

Mil Sueños Por Cumplir (Inazuma Eleven)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora