Cap.23

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Muevo mi pierna por millonésima vez mientras espero a que el doctor vuelva con los resultados. Ojalá y no sea nada. El doctor entra por la puerta no con muy buena cara.

- No sé como decirte esto sin que te asustes... Bueno tienes un problema en el corazón por eso la otra vez te sentiste tan mareada y sin poder respirar. Tu corazón da un latido mas de la cuenta, pero igual que lo tienes tu un millón de personad también lo tienen. Es común entre cualquier persona de distintas edades, puede tenerlo un amigo tuyo por ejemplo y no haberse enterado. No es preocupante pero si te haremos un seguimiento y una prueba de esfuerzo.

Mi mente se queda en blanco al haber recibido la información. Pero a mi solo me preocupa una cosa.

- ¿Podre seguir jugando al fútbol? - digo temblando en mi asiento.

El medico me mira compasivo.

No queremos su compasión vejestorio, queremos que nos digas si vamos a poder volver a jugar o no.

Por una vez estoy de acuerdo con mi mini yo.

- Para eso vamos a hacer la prueba de esfuerzo,  para saber si puedes seguir jugando al fútbol.


Salgo de la consulta sin haber escuchado nada más de lo que el medico me ha dicho. Las palabras problemas, corazón y fútbol revolotean en mi cabeza sin poderla apartar de mi mente. El partido que se está televisando llama mi atención. Hoy teníamos que jugar el partido contra el Otaku, y parece que la cosa no va mal. Me siento en las sillas de la sala de espera a ver el partido. No tengo otra cosa que hacer, además no me da tiempo a llegar. Intento mantener la boca cerrada cada vez que tiran a puerta o les roban el balón. Digamos que muchas veces me he levantado y aporreado el suelo con el pie, por lo que las personas que estaban por allí cerca me han mirado raro. Venga ya como si nunca hubieran visto a nadie emocionarse por el fútbol. El partido termina con un gol a nuestro favor gracias a la intervención de Willy. Se le dará mal el fútbol, pero por lo menos ha sabido descubrir el por qué los tiros siempre se desviaban. Me levanto de la silla y sonrío al ver a los chicos tan contentos. Antes de salir del hospital paso a visitar a Julia. Hace bastante que vengo a visitarla sin su hermano y la hablo un poco de todo.

- Hola Julia - digo sonriente a la pequeña.

Me siento en silencio en la silla y la acaricio la mano.

- ¿Sabes, estoy echa un lio? Me gusta tu hermano, pero también el que hasta ahora ha sido mi mejor amigo. Digo hasta ahora porque ya no se si seguimos siendo mejores amigos o que, porque los mejores amigos no hacen lo que hacemos nosotros. Es decir, haber no te pienses que hacemos cosas malas, si no que nos tratamos con más cariño.

No le mientas a la chiquilla, en realidad os tratáis apasionadamente, es decir que si ayer te descuidas un poco ya estarías...

Por dios cállate.

- Pero con tu hermano... Es que no sé es muy bipolar, el otro día me dice que me odia y al otro va y me dice que piensa enamorarme. Ya no sé que pensar.

***

Salgo de hospital con un lío en la cabeza que no es ni medio normal. Ando con la cabeza gacha, hasta que un subnormal se cruza en el camino y hace que me caiga para atrás. Una mano tira de mi brazo antes de que caiga al suelo y me pegue el golpe de mi vida.

- Perdón, ¿estás bien?

Levanto la cabeza en cuanto me doy cuenta de que es Mark con el que he chocado.

Mil Sueños Por Cumplir (Inazuma Eleven)Where stories live. Discover now